Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

BANCA

Los bancos suspendidos adoptarán medidas a través de la actuación pública

Por Sara Pérez HernándezTiempo de lectura3 min
Economía17-07-2011

Tras los resultados del test de estrés, donde han suspendido cinco bancos españoles, dos griegos y uno austriaco, de 91 entidades presentadas al examen, los ministros de la eurozona se han comprometido a adoptar medidas que ayuden a estos bancos, por otro lado los expertos plantean dudas sobre el rigor que ha tenido el examen financiero.

De las 91 entidades presentadas al examen de solvencia que ha realizado Bruselas a la gran banca europea, que representan el 65 por ciento del total de los activos del sector bancario, han suspendido ocho. España, a diferencia del resto de países de la Union Europea, ha sometido a la práctica totalidad de su sistema financiero con un 95 por ciento, mientras la media europea se sitúa en el 60 por ciento. Las pruebas de resistencia realizadas a los mayores bancos de la UE tienen por segunda vez como objetivo demostrar la solvencia del sector financiero europeo. Con este despliegue, Bruselas y los países miembros de la Unión tratan de convencer a los mercados de que están en disposición de superar un empeoramiento de la economía. La EBA (European Banking Authority) ofrece los supuestos de un escenario económico adverso. Es decir, se suponen unas circunstancias económicas muy deterioradas y se somete a cada entidad a ese escenario. Igualmente, la autoridad bancaria ofrece un resultado, el Core Tier 1. Se exige un mínimo del cinco por ciento para suponer el “aprobado”. De las 8 Entidades que han suspendido el test, cinco son españolas, dos bancos son griegos; el EFG Eurobank Ergasias suspendido con un 4,9 por ciento. Esta entidad requiere 58 millones de capital adicional, y ATEbank con el -0,8 por ciento, y esta entidad requiere 713 millones de euros de capital adicional y por último uno austriaco llamado Oesterreichische Volksbanken Alcon un 4,5 por ciento, que requiere 170 millones adicionales de capital. Pero la UE proporcionará fondos públicos a los bancos que hayan suspendido los test de estrés. Las entidades que no pasen los exámenes tendrán tres meses para presentar sus planes de recapitalización. Así lo acordaron los ministros de Economía de la UE, que confirmaron que se adoptarán las medidas correctivas necesarias tras los resultados. "Estas medidas privilegiarán soluciones del sector privado, pero incluirán también un marco sólido para prestar apoyo gubernamental en caso de necesidad", prosigue la declaración aprobada por los ministros. "Los bancos que suspendan deberán adoptar medidas, ya sea ellos mismos o a través de la actuación pública, para garantizar que cumplan el requisito de (capital básico) del cinco por ciento en tres meses", explicó el ministro de Economía polaco, Jacek Rostowski, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE. Las subvenciones públicas a la banca deberán respetar las normas de la UE sobre ayudas de Estado, insiste la declaración, lo que significa que las entidades beneficiarias deberán reestructurarse y reducir su tamaño. Los ministros de la eurozona se han comprometido a vigilar la evolución y la aplicación de las medidas tras la publicación de los test y han recordado que el objetivo de este ejercicio es "evaluar la resistencia de los bancos participantes a presiones de solvencia". "Es esencial que demos la solución al mismo tiempo que identifiquemos el problema o incluso antes", ha pedido el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn. "Confiamos en que los Estados miembros, cuando sea necesario, presenten propuestas sólidas y anticipen las soluciones. Estamos en una semana clave", ha dicho el comisario de Mercados Financieros, Michel Barnier. Por otro lado, las ansiadas notas de los test de estrés no convencieron a los mercados europeos. Nada más conocerse que sólo ocho bancos habían suspendido, las dudas sobre la rigurosidad de los exámenes afloraron en los análisis de los especialistas. La UE, que aplaudió la "fortaleza" del sector, se había marcado como gran objetivo para las pruebas de este año que recuperaran la credibilidad tras el fiasco de 2010. En la edición anterior, apenas siete entidades patinaron en los controles y no se detectó la debilidad de la banca irlandesa, que meses después tuvo que ser recapitalizada y provocó el posterior rescate del país.