CONSECUENCIAS EN ESPAÑA
España tendrá que ayudar en el rescate a Grecia pese a sus posibles efectos
Por Sophie Winckel1 min
Economía11-05-2011
Al igual que en el primer rescate, España tendrá que pagar. Este es el futuro inmediato que le espera a España respecto al nueva ayuda que Grecia va a recibir de la Unión Europea. Todo ello a pesar de no saber exactamente las consecuencias que podría tener para la economía española.
Justo hace un año el Consejo de Ministro aprobó el decreto ley que solidifica la aportación española para el rescate de Grecia. La suma total se situaba en 9.794 millones de euros para el periodo 2010-2012. Hace un año, la que fuera vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega ha dicho que esta ayuda es necesario para la “responsabilidad con el presente y el futuro de Europa”. Hace un año España ha dicho Fernández que España “está en condiciones” de apoyar a Grecia. Poco sabía ella que pucho cambiaría dentro de un año. Grecia es ahora peor que al principio. De los cuatro países: Grecia, Irlanda, Portugal y España, España no es el país con la más disparación por ayuda. Sin embargo, un eventual nuevo rescate a Grecia ha dado un pánico al mercado de renta variable. El color rojo ya ha tiñado los parques europeos como Milán, París, Fránfort y Amsterdam. El peor dato ha recibido la Bolsa Madrileña con el Ibex que cerró el día desplomándose un 2,02%. La banca es donde los peores datos se ha centrado. Los mercados castigaron sin miramientos a las entidades españolas. BBVA cayó un 3,01% y Santander un 2,79%. Sabadell un 2,64%, Popular un 2,60% y Bankinter un 2,33%. España sí volvió a ser el centro de todas las especulaciones. Para algunos analistas es el siguiente foco de tensiones. El economista estadounidense Nouriel Roubini dijo en una entrevista a The Independent ser más pesimista sobre la situación de la economía española que los mercados, a los que acusó de ser «condescendientes» con nuestro país. Para otros ya se ha distanciado de sus socios irlandes, lusos y griegos. «Los inversores están viviendo un estado de paranoia al dudar de su solvencia», avisó José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.