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TOROS

Se cumplen 25 años de la muerte de 'Yiyo', príncipe del toreo

Por Almudena HernándezTiempo de lectura1 min
Espectáculos29-08-2010

Formó parte de la terna de "Los Príncipes del Toreo", la primera gran cosecha de toreros formados en la novedosa Escuela Taurina de Madrid. Con antecedentes taurinos en la familia, pronto destacaron las aptitudes y actitudes de José Cubero, que nació accidentalmente en Burdeos, pero que siempre se consideró madrileño.

Su carrera tomó velocidad -tomó la alternativa con 17 años-, hasta el punto de codearse en los carteles con las figuras del momento. Entró por la vía de la sustitución en la Feria de San Isidro de 1983, y lo aprovechó con creces. El 1 de junio de ese año sustituyó a Juan Antonio Ruiz Espartaco. La tarde le salió de cara, pues cruzó la ansiada puerta grande de Las Ventas. Quería ser "torero de Madrid", dicen quienes le conocieron. Precisamente para otra sustitución le llamaron la madrugada del 30 de agosto de 1985, hace 25 años. El maestro Curro Romero se había caído del cartel y quedaba un hueco libre para torear a las puertas de Madrid, en Colmenar Viejo, junto a Antonio Chenel Antoñete y José Luis Palomar una corrida de Marcos Núñez. Tras una faena de calidad al sexto toro de la tarde, Yiyo no pudo matar a la primera. Quienes lo vieron aseguran que el joven torero quiso poner la guinda a su actuación y se tiró a matar una segunda vez con todas las de la ley. Dio una buena estocada. Pero Burlero, herido ya de muerte, hizo por él y el torero cayó al suelo con tan mala fortuna que el animal hizo al bulto y hundió el pitón por la axila izquierda. José Cubero sólo acertó a decir a uno de los hombres de su cuadrilla: "Pali, este toro me ha matado". Cuando llegó a la enfermería no hubo forma de reanimarle. Tenía 21 años. La noticia conmovió a un país que aún recordaba el trágico final de Francisco Rivera Paquirri, en un fatídico cartel en el que también se anunció, casualmente, Yiyo.