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CICLISMO

Arroyo se aferra al liderato y Basso se destapa como favorito

Por LaSemana.esTiempo de lectura6 min
Deportes23-05-2010

David Arroyo tomó el liderato y Carlos Sastre volvió a meterse en la lucha por el triunfo del Giro de Italia gracias a una sorprendente escapada que pilló desprevenidos a los favoritos. El italiano Ivan Basso se destapó como el gran rival a batir con una exhibición en la etapa grande, pero aún así está a todavía a tres minutos y medio del líder español. Aún así, está por delante de sus máximos rivales.

La segunda semana del Giro comenzó sin sobresaltos. El australiano Matthew Goss (HTC-Columbia) se impuso en la novena etapa, disputada entre las localidades de Frosinoni y Cava de' Tirreni sobre 187 kilómetros, mientras Vinokourov (Astana) conservó la maglia rosa. El vencedor fue el más veloz en un extraño final, cuyo desenlace desencadenaron el propio Vinokourov y Cadel Evans (BMC), superados finalmente por el oceánico, que pudo con el italiano Filippo Pozzato (Katusha) y el estadounidense Tyler Farrar (Garmin-Transitions). La jornada volvió a ser negativa para el español Carlos Sastre (Cervélo), al que un pinchazo le descolgó del grupo en los kilómetros finales. Vinokourov probó fortuna a falta de escasos kilómetros y, como si se tratase de una clásica, se llevó a su rueda a Evans. Sin embargo, su duelo duró tan sólo unos metros y no tuvo éxito para ninguno de los dos y la victoria fue para Goss, muy poderoso desde atrás y que se desquitó de su segundo puesto de la segunda etapa. El estadounidense Tyler Farrar (Garmin-Transitions) se impuso en la décima etapa, entre las localidades de Avellino y Bitonto, sobre 230 kilómetros, mientras que Vinokourov conservaba el liderato. El velocista americano sumó su segunda victoria parcial al superar en el sprint final al italiano Fabio Sabatini (Liquigas) y a su compañero de equipo, el neozelandés Julian Dean, encargado de lanzarle en la llegada. Y es que Farrar aprovechó el gran trabajo realizado en los últimos metros por Dean, que dejó en soledad a su jefe de filas, que apenas tuvo problemas para sumar un nuevo éxito y aumentar su liderato en la clasificación de la regularidad. No hubo variaciones importantes en la general. Sí hubo movimientos, y de enjundia, en la undécima etapa. Carlos Sastre recibió por fin una alegría en el Giro, en el que recuperó todas sus opciones y se afianzó de cara al tramo decisivo de la carrera después de meterse en una escapada de más de 50 corredores que protagonizó la etapa entre Lucena y L'Aquila. El devenir de la carrera cambió sobremanera, pues el nuevo líder era el australiano Richie Porte (Saxo Bank). Además, David Arroyo (Caisse d'Epargne) también acertó a entrar en el grupo delantero y se situaba segundo en la general, a poco más de un minuto del liderato. El más favorecido fue el abulense, que había vivido diez etapas infernales y parecía descartado para los puestos de honor. El triunfo de la escapada y el despiste de los grandes hicieron que, tras la etapa, gozara de una renta de casi tres minutos con el resto de favoritos. Y todo gracias a una de esas escapadas bidón, similar a la que permitió a Óscar Pereiro pelear por el Tour de Francia de 2006. Llegaron a tener 18 minutos de ventaja, que se quedaron en 13 en la meta, donde ganó el ruso Evgeni Petrov (Katusha), que esperó al empinado kilómetro final para superar al italiano Dario Cataldo (Quick Step) con Sastre arañando la tercera posición. Sin sobresaltos se salvó finalmente la duodécima etapa, disputada entre las localidades de Citta Sant'Angelo y Porto Recanati sobre 206 kilómetros, pues Porte continúa como líder de la carrera tras el triunfo parcial del italiano Filippo Pozzato (Katusha). Y eso que el día volvió a estar animado, pero esta vez en los kilómetros finales. Los perdedores de la jornada anterior decidieron responder y provocaron un corte que pilló desprevenidos a los Sastre y Arroyo. Vinokourov, Evans, Basso y Nibali insistieron en cambiar el guión de una jornada hasta entonces tranquila. Pero el terreno no les fue favorable y sólo pudieron arañar una decena de segundos. En los metros finales, Vino, Basso y Nibali intentaron, al menos, llevarse la victoria, pero fue Pozzato, experto en llegadas, el que venció por delante de los franceses Thomas Voeckler (Bbox) y Jerome Pineau (Quick Step). El italiano Manuel Belletti (Colnago) se impuso en la decimotercera etapa, disputada entre las localidades de Porto Recanati y Cesenático sobre 223 kilómetros. Belleti, de sólo 24 años, sumó su segundo triunfo de etapa en el campo profesional, a sólo cinco kilómetros de su domicilio, en Cesenático, la tierra del inolvidable Marco Pantani. Belleti triunfó allí donde el Giro quiso homenajear al mítico Pirata, fallecido en 2004. Belleti fue el mejor de una fuga formada, en el kilómetro 62, por 17 corredores. En la general, no hubo variaciones: Porte seguía primero, con casi dos minutos sobre el español David Arroyo. Arroyo se destapa La décimo cuarta etapa cambió de nuevo el signo de la carrera, pues Arroyo se coronó como nuevo líder. El triunfo parcial fue para Nibali, el más rápido en los 205 kilómetros entre Ferrara y Asolo. El italiano realizó una gran etapa, llegando en solitario a la meta de Asolo tras demarrar una vez coronado el único puerto del día, aventajando en más de 20 segundos al grupo del resto de favoritos. Arroyo, que llegó con Sastre en un tercer grupo, se benefició de la mala etapa de Porte para lograr el liderato. Nibali estaba fuerte y realizó la selección, en la que aguantaron los favoritos, aunque con Sastre y Vinokourov sufriendo por detrás. El español y el kazajo fueron perdiendo poco a poco metros con la cabeza de carrera, pero la desventaja no fue excesiva. Nibali acabó por llegar en solitario a la meta, aventajando al terceto perseguidor de Evans, Scarponi y Basso en 25 segundos, y a Vinokourov en algo más de un minuto y medio. Todos recortaron segundos a Sastre, pero seguían a más de seis minutos de Arroyo. En la etapa más dura, la décimo quinta, disputada entre las localidades de Mestre y Monte Zocolan sobre 222 kilómetros, Ivan Basso dio un paso adelante y se destapó como favorito al ganar la etapa, adelantar a los mejores y situarse tercero en la general. Arroyo, pese a ello, consiguió mantener el liderato. El Varesino se hizo con la victoria en una de las etapas más duras de este Giro. Su equipo, el Liquigas, trabajó para ello durante toda la jornada y su gran ritmo en las duras rampas del Monte Zocolan provocó que se descolgasen todos sus rivales y le permitió llegar en solitario a la línea de meta. La criba más importante la realizaron en el Passo Duron donde sólo aguantaron una veintena de ciclistas aunque se reagruparon algunos más en los kilómetros anteriores al Monte Zocolan. Scarponi, Basso y Evans, en un trío cabecero, afrontaron como cabeza de carrera las rampas más duras del puerto. Scarponi se quedó, y Basso se acabó deshaciendo de Evans. Por detrás, Arroyo aguantó estoico, en mitad de un chorreo de ciclistas como Sastre, Pinotti, Cúnego y Vinokourov. Todo queda más ajustado ahora, con todos los favoritos separados a menos de seis minutos de Arroyo y Basso sólo a tres.