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FÓRMULA 1

McLaren reclama su lugar en Shanghai

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura7 min
Deportes18-04-2010

La lluvia animó, como se esperaba, el Gran Premio de China, y complicó lo indecible la decisión de montar neumáticos lisos blandos o intermedios de lluvia -en cualquier caso, sólo útiles durante pocas vueltas-, sobre todo al inicio de la carrera. Jenson Button lo aprovechó para ganar y encabezar el Mundial, con el primer doblete desde 2007. Fernando Alonso fue cuarto en una carrera extraordinariamente difícil, que deja las espadas en alto con vistas a la temporada europea, empezando por Montmeló. Allí acudirán con ganas de revancha Jaime Alguersuari, que peleó por los puntos, y un Pedro Martínez de la Rosa que volvió a abandonar por avería.

Con unas gotas en el asfalto, Fernando Alonso se resarció de su mala salida en Australia y ganó por la mano a Mark Webber y Sebastian Vettel. Sin embargo, en la parte trasera hubo un accidente que obligó a entrar al safety car: el italiano Vitantonio Liuzzi cometió un trompo, se fue recto en la primera curva y se llevó por delante al japonés Kamui Kobayashi y al suizo Sebastien Buemi. Pero el asturiano se adleantó al semáforo y los comisarios sancionaron al español, que tuvo que cumplir un drive through -pasar por el pit lane a velocidad reducida, sin detenerse- y cayó hasta la 15ª plaza, a más de un minuto del liderato. Aprovechando la pausa, casi todos los pilotos montaron gomas intermedias, y sólo Button, Nico Rosberg, Robert Kubica, Vitaly Petrov y Pedro de la Rosa mantuvieron los neumáticos lisos. El catalán se defendió como pudo, con un coche inferior, pero su motor se rompió en el octavo giro. A la postre, ésa fue la estrategia ganadora, ya que de ellos, todos los que lograron acabar entraron en los puntos, y tanto Red Bull -con poco ritmo sobre agua- como Ferrari tuvieron que remar contra corriente: Vettel terminó quinto y Webber, séptimo. Sin embargo, la pista se secó y tan sólo tres vueltas más tarde, los mecánicos volvían a tener una actividad frenética para hacer las segundas paradas y montar otra vez las gomas lisas. De este modo Rosberg, Button y Kubica se distanciaron en la cabeza. Hamilton arriesgó montando el neumático más duro, con la intención de acabar la carrera si el firme se mantenía seco, y pese a la dificultad para calentar la goma logró volar a un ritmo hasta tres segundos mejor que el de todos los demás pilotos y, de paso, marcar la vuelta rápida de la carrera. Además, en una maniobra muy arriesgada, Hamilton adelantó a Vettel en el carril de entrada a boxes. Sin embargo, el alemán logró salvar la posición en una arrancada al límite, apartando a su rival cerca de los mecánicos de otros equipos, por lo que se ganó una nueva investigación de los comisarios -finalmente sólo quedó en una amonestación para ambos, sin ninguna penalización-, pero pudo salir un par de metros por delante del británico de McLaren, que más tarde -tras superar a Vettel en la pista- dejó una pugna memorable con Schumacher. El káiser logró aguantarlo durante dos vueltas, con unas frenadas magistrales al final de la recta principal, pero no tuvo más remedio que rendirse a la evidencia de que el McLaren era mucho más rápido. La carrera era trepidante y aún faltaba otro factor, la degradación de los neumáticos. En la decimoctava vuelta, Rosberg -pese a que tenía una ventaja de cuatro segundos- sufrió una salida de pista que le hizo ceder el liderato a Button. Mientras, por detrás, Alonso -que se mantuvo varias vueltas tras Rubens Barrichello, sin poder adelantarlo- también fue al límite para ganarle la posición al brasileño, tanto que adelantó a su propio compañero, Felipe Massa, en la curva de entrada al pit lane. Por si fuera poco, una nueva interrupción del coche de seguridad -esta vez para limpiar la pista- le permitió al español reducir la distancia con los líderes, al igual que a Hamilton. En la reanudación, con todo, aún hubo más polémica, primero porque Button frenó demasiado y provocó una peligrosa montonera al final de la recta, mientras que Hamilton sacó de la pista a Webber en la última curva, antes siquiera de pasar por la recta de meta, el punto donde podía adelantarlo. Sin embargo, esta vez los comisarios de carrera no abrieron ninguna investigación. Así las cosas, Alonso se encontró en el octavo lugar, por delante de Vettel, aunque por detrás de un Adrian Sutil muy correoso, que logró contener al español durante cuatro vueltas, si bien acabó cediendo la posición. Con unas 25 vueltas por disputar, por fin volvió la calma, pero aún habría mucha carrera. Montando las gomas intermedias, con dudas sobre si montar lisos -los tiempos eran muy parejos, la falta de agarre por el desgaste volvió a complicar mucho las cosas en las vueltas finales. Con tiempos cada vez más altos, los pilotos de cabeza no podían arriesgarse a perder tiempo en una parada para montar neumáticos nuevos, de modo que aguantaron como pudieron hasta el final. Alonso aún pudo achuchar a Rosberg, pero no tuvo la oportunidad de adelantar al alemán y subir al podio. Los Mercedes, con graves problemas de degradación, vieron cómo Massa le ganaba a Schumacher, in extremis, la novena plaza. Alguersuari hizo una carrera brillante: llegó a rodar quinto, pero mediada la carrera rompió el alerón delantero -ocupaba la séptima plaza- y en las últimas vueltas, sin agarre, tuvo que poner un juego extra de neumáticos, por lo que acabó décimo tercero. Sin embargo, llegó a batirse con Petrov y Michael Schumacher por la octava plaza y, de nuevo, dejó un buen sabor de boca y varios adelantamientos, que confirman su progresión. Renault acertó en la estrategia y, por primera vez en la temporada, sus dos pilotos llegaron a los puntos. Kubica lo hizo con una carrera sólida, mientras que el irregular Petrov alternó errores -como un trompo cuando rodaba por delante de Alonso y Vettel- con maniobras vibrantes y momentos en los que rodó a un ritmo elevado, como en el último tramo de la carrera, cuando superó a Schumacher y a Webber para hacerse con una brillante sexta plaza, que consolida a la escudería del rombo en la clasificación de constructores. Entre los nuevos equipos, Hispania volvió a ser el único que llevó a meta a sus dos pilotos, a costa de ser los más lentos: Bruno Senna y Charun Chandhok se quedaron a una y tres vueltas, respectivamente, de Heikki Kovalainen, que a su vez, perdió vuelta en la décimo cuarta plaza. Sin embargo, Lotus y Virgin tuvieron problemas de fiabilidad: Timo Glock se quedó parado en la vuelta de formación y no pudo salir, mientras que Lucas di Grassi y Jarno Trulli salieron a pista con retraso, apenas para rodar durante algunas vueltas y poder probar sus monoplazas. El italiano, tras cinco paradas, acabó bastante enfadado con los ingenieros.

Clasificación del Mundial

tras el G.P. de China

Pilotos Puntos Constructores Puntos
Jenson Button 60 McLaren 109
Nico Rosberg 50 Ferrari 90
Fernando Alonso 49 Red Bull 73
Lewis Hamilton 49 Mercedes GP 60
Sebastian Vettel 45 Renault 46
Felipe Massa 41 Force India 18
Robert Kubica 40 Williams 6
Mark Webber 28 Toro Rosso 2
Adrian Sutil 10 Sauber 0
Michael Schumacher 10 Lotus 0