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ESPIONAJE

Condenado un ex agente del CNI por traición

Por Alejandro SerranoTiempo de lectura1 min
España12-02-2010

La sentencia, la primera que se dicta por traición en España desde la democracia, dice que Flórez aprovechó su condición "para acceder a numerosa documentación e información perteneciente al Centro", que estaba clasificada como secreta, "pese a que no contaba con autorización para ello ni estaba relacionada con el trabajo que se le había encomendado".

Según la sentencia, el juicio demostró que lo que se le había encomendado era una monografía sobre cómo obtener colaboradores sin que quién lo hiciera se identificara como agente de un servicio de inteligencia. Todos esos documentos fueron encontrados en el domicilio de Flórez en Tenerife cuando éste fue detenido en julio de 2007, junto con dos cartas dirigidas al "señor Melnikov", al que el tribunal identifica con Petr Yakovlevich Melnikov, consejero de la Embajada de Rusia en España entre los años 2000 y 2003. En una carta, ofrecía información sobre "quién es quién" en el CNI; su estructura y organización; procedimientos de trabajo contra Rusia y países terceros; y sobre los intereses y temores de España, entre otros aspectos. Además, se ofrecía a facilitar la penetración de agentes del servicio de Rusia en el CNI. En otra segunda carta, el acusado expone que una de las razones por las que remitía esta segunda comunicación era "la conveniencia de mejorar la seguridad y disminuir la vulnerabilidad del sistema de comunicación" que sugirió en la primera carta. "Además, la información más importante a la que tengo acceso tendría para ustedes de un gran interés estratégico", añade. Roberto Florez, que llevaba al servicio del CNI, desde marzo de 1991 hasta marzo de 2004, se declaró inocente durante el juicio en Madrid. Según detalló su abogado, Manuel Ollé, Flórez explicó durante el juicio que las dos cartas que se encontraron en su domicilio cuando fue detenido en Tenerife en 2007, eran un "supuesto práctico" que realizó para incluirlo en una monografía, encargada por el propio CNI, para evidenciar las deficiencias de seguridad de lo que entonces era el Cesid. El tribunal subraya que esa información, "en poder de una potencia extranjera, hubiera supuesto un peligro grave para la seguridad nacional".