DEBATE NUCLEAR
Un antes y un después de Chernóbil
Por J. F. Lamata2 min
Sociedad26-01-2010
Un reactor nuclear es -con el diccionario en la mano- una instalación capaz de iniciar, mantener y controlar las reacciones de fisión en cadena, con los medios adecuados para extraer el calor generado. Un reactor nuclear consta de varios elementos, que tienen cada uno un papel importante en la generación del calor.
Por un lado, se encuentra el combustible, formado por un material fisionable, generalmente un compuesto de uranio, en el que tienen lugar las reacciones de fisión, y por tantro, es la fuente de generación del calor. También hace falta un moderador , que hace disminuir la velocidad de los neutrones rápidos, llevándolos a neutrones lentos o térmicos. Asimismo, una central necesita el refrigerante, que extrae el calor generado por el combustible del reactor; y el reflector, que permite reducir el esacape de neutrones de la zona del combustible. No pueden faltar los elementos de control -que actúan como absorbentes de neutrones- y el blindaje -de hormigon, agua y plomo- que evita el escape de radiación gamma y de neutrones del reactor. La energía nuclear es mucho más barata que cualquier otra. Sin embargo, es también la más peligrosa en caso de descontrol. Han sido muchas las ocasiones en las que ha habido "fugas" en una central, como el reciente de Eslovenia, que provocó su inmediata clausura. Pero la realidad es que las palabras "desastre" y "nuclear" están unidas a un nombre personal: Chernóbil. El accidente de Chernóbil Fue concretamente en Ucrania, entonces integrado dentro de la Unión Soviética. El incidente fue descubierto por un satélite estadounidense el 29 de abril de 1986, aunque en realidad se había producido varios días antes, concretamente a la una de la madrugada del día 26. La dictadura comunista -que encabezaba desde hacía un año Mijail Gorbachov- había hecho todo lo posible por ocultar al mundo la tragedia. Un experimento sin las suficientes medidas de seguridad provocó una explosión, provocando que varios cientos de millones de curies -aproximadamente una décima parte del total emitido en todas las pruebas atómicas realizadas en 1945- se propagaron por la atmósfera en un solo día. Los vecinos más cercanos murieron y todo una generación de niños de aquella localidad quedaron contaminados o con malformaciones. Toda la zona fue evacuada por el Gobierno. Aún a día de hoy sigue cercada como una auténtica ciudad fantasma. El país más afectado fue el vecino de Ucrania, Bielorrusia, donde fueron evacuadas más de 130.000 personas. Todavía la dictadura de Lukashenko -el último tirano de Europa- sigue negando inseguridades en la zona, que según los expertos permanece contaminada. Antes que Chernóbil se produjeron otros incidentes célebres en la historia vinculados a la energía nuclear: un incendio en una fábrica de plutonio en 1957, en Inglaterra; la caída de bombas de plutonia en España en 1966, que provocó que el entonces joven ministro Fraga se bañara públicamente en las aguas para demostrar que no había contaminación; un accidente en 1970 en Savannah, que causó una lluvia radioactiva y que no fue reconocido oficialmente por el gobierno norteamericano hasta 1988 por el senador John Glenn; o una explosión en una central de Pensylvania en 1979, todos ellos ínfimos al lado de Chernóbil.