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AFGANISTÁN

Escepticismo en EE.UU. y cautela en la OTAN por los planes de Obama

Por Miguel MartorellTiempo de lectura3 min
Internacional02-12-2009

La estrategia que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha tardado semanas en desvelar ha sido recibida con escepticismo y cautela. Escepticismo en su propio país, donde no todos creen que el refuerzo de 30.000 militares sea coherente con una retirada en 2011. Y cautela en la OTAN donde no todos los países están dispuestos a enviar nuevos soldados a Afganistán.

Obama se ha trasladado a la prestigiosa academia militar de West Point para anunciar, después de varias semanas deshojando la margarita, la nueva estrategia que a principios de 2010 pondrá en marcha en Afganistán. Un plan destinado a contentar a los demócratas que le exigen la retirada inmediata del país asiático y a los republicanos que piden un mayor esfuerzo militar y alargar la estancia en Afganistán. "Las 30.000 tropas adicionales que estoy anunciando esta noche se desplegarán en la primera parte del 2010", ha anunciado Obama, que ha subrayado que éstos se unirán a los 70.000 que actualmente están desplegados. Su misión: "combatir la insurgencia", "derrotar Al Qaeda", y "formar unas Fuerzas de Seguridad Afganas competentes". A este nuevo esfuerzo militar, Obama se ha mostrado confiado en que la OTAN contribuirá. "Nuestros amigos han luchado, sangrado y muerto a nuestro lado en Afganistán. Ahora, debemos unirnos para acabar esta guerra de forma exitosa", ha proclamado, subrayando que el objetivo es acelerar el traslado de competencias a las Fuerzas de Seguridad afganas. Aunque ha señalado 2011 como el año en el que comenzar la retirada de Afganistán, ha dejado abierta la puerta a una modificación del calendario, ya que se tendrán en cuenta "las condiciones sobre el terreno". "Si no creyera que la seguridad de EEUU y del pueblo norteamericano están en juego en Afganistán, ordenaría con alegría que cada una de nuestros soldados volviera a casa mañana", ha remachado, para convencer a los escépticos. Además de la victoria militar, Obama espera conseguir dos objetivos políticos fundamentales: acabar con la corrupción en el Gobierno afgano y lograr que este país y Pakistán se unan en la lucha contra Al-Qaeda. Pese al énfasis que ha puesto en su discurso, las reacciones posteriores han dejado la impresión de que Obama se encuentra más bien solo en su nueva estrategia para Afganistán y para ello se ha puesto en marcha una campaña de defensa del plan. En el Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, han comparecido el Jefe del Estado Mayor, el almirante Mike Mullen, el secretario de Defensa, Robert Gates, y la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Los tres se han enfrentado a las críticas republicanas, que no creen coherente aumentar las tropas para luego abandonar el país en un año, pero también a las que llegan desde las propias filas demócratas. Mientras entre los demócratas algunos hablan de "error" abiertamente, otros ponen en duda que se consigan avances reales sin unas Fuerzas de Seguridad afganas capaces de sostener el país por sí mismas o un Gobierno sin corrupción. En la OTAN, la posición es de cautela. Washington espera que sus aliados hagan un esfuerzo y Clinton tiene previsto reclamar más efectivos y recursos, tanto militares como civiles para el país asiático. El secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, calcula que la OTAN será capaz de enviar 5.000 hombres adicionales. Aunque el despliegue debe ser estudiado todavía por los ministros de Exteriores de la Alianza. De momento, Reino Unido ha avanzado que enviará a 500 militares más para reforzar los 9.000 que ya tiene desplegados. Polonia ha prometido 600 e Italia también se ha mostrado dispuesta a aportar soldados. Francia, uno de los más tajantes a la hora de negarse a enviar más soldados, ha dejado la puerta abierta. España ha mostrado su apoyo a la estrategia de Obama, pero no ha aclarado si enviará más soldados para que se unan a los 1.000 desplegados. No se espera que Alemania envíe más hombres de los 4.400 que actualmente mantiene -el techo máximo permitido por el Parlamento- aunque ha prometido reforzar las labores de entrenamiento de las Fuerzas de Seguridad. El detalle de las aportaciones de los 43 países que participan en la misión de la OTAN en Afganistán (ISAF) se dará a conocer el lunes 7 de diciembre.