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ITALIA

Los frentes abiertos del 'Il Cavaliere'

Por Rocío Linares RamosTiempo de lectura2 min
Internacional09-10-2009

Cinco “emes” atacan desde el nueve de octubre a Silvio Berlusconi. “Mills, Mediaset, Mediatrade y muchos más” son los casos por los que podrían sentar en el banquillo de los acusados, por primera vez, al premier italiano y esta vez sin burbuja protectora. No obstante, gran parte de los delitos que se le otorgan podrían ser prescritos. El caso Mills encabeza la lista y ya empieza a incomodar al ejecutivo italiano.

El complot que ha organizado la izquierda, según Berlusconi, repercutirá más de lo que piensa en su deteriorada pero igualmente popular imagen social. Su expediente judicial, virgen, no quiere decir que no pueda declararse culpable. Hasta el momento, ni siquiera había sido llamado a juicio, pero esto va a cambiar. A partir de la derogación de la Ley Alfano, corrupción, estafa, delitos financieros y otros sobornos pueden desfilar sobre los folios del juez para pedirle explicaciones. Queda en duda si esta vez será capaz de salvarle su ejército de abogados, quienes le han sacado las castañas del fuego más de 60 veces y no de forma limpia. Según declaran, han redactado “leyes funcionales en determinados procesos para permitir gobernar a Berlusconi”. Acusaciones La libertad del primer Ministro italiano parece haberse financiado en ocasiones a base de ceros y cifras bajo cuerda en cuentas de los defensores, supuestamente, de la ley. Así, David Mills, un abogado británico, fue condenado a cuatro años y seis meses de cárcel por defender a Berlusconi con un testimonio falso. El caso ha de ser nuevamente estudiado desde el principio con el añadido del testimonio del representante italiano, a petición del abogado de Mills. Pero además, ha pasado por estafar a sus colegas, los socios de Mediaset cuando ocultó en fondos negros el dinero procedente de unos negocios con productoras estadounidenses. Un acto de compra-venta que aparentemente se consumó de manera “gratuita” a los ojos de todos sus colaboradores. De igual modo, Mediatrade también se ha visto involucrada en una estafa silenciosa. Pero estos no son los únicos puntos que ha sumado el primer ministro italiano. En su historial también aparece la presunta compra de senadores y hasta jueces, según su traicionero subconsciente. Mientras intenta limpiar sus procesos judiciales para justificarse, ha confesado alguna vez el alto gasto en “asesorías” y magistrados. Si conserva sus “nervios de acero” como dice, es porque tiene por seguro que no le someterán a un tercer grado. Su confianza en el apoyo social le hace resaltar que el asunto se trata de una cuestión de lucha entre partidos políticos y que está respaldado por la libre elección democrática del pueblo italiano.