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ARGENTINA

Argentina, conmocionada por la muerte del ex presidente Alfonsín

Por LaSemana.esTiempo de lectura2 min
Internacional03-04-2009

Raúl Alfonsín pasó a la historia por ser el primer presidente de Argentina tras la Junta Militar, por juzgar a los responsables de ésta y por hacer prosperar a su país pese a las dificultades que sufrió. Además, ahora, también ocupa un hueco en la historia por el sentimiento de unidad y conmoción que ha provocado su muerte.

Argentina se unió la semana pasada para despedir a Raúl Alfonsín, quien murió a los 82 años por una complicación vinculada al cáncer de pulmón que sufría desde hace años. El ex presidente logró con su muerte lo que pocas veces se consigue: unir a un país tantas veces convulso y hacerlo gracias a un sentimiento de conmoción y reconocimiento. La sociedad argentina salió a la calle para despedir como se merece a un político que dedicó parte de su vida a hacer prosperar Argentina en uno de los momentos más delicados de las últimas décadas. De hecho, Raúl Alfonsín ganó las elecciones de 1983 y fue el primer presidente tras la Junta Militar que dirigió el país con mano de hierro desde 1976. Si ser el máximo dirigente de un Estado siempre es un reto, más lo es tener que afrontar una transición como la argentina, en donde el gobierno castrense había cometido muchas barbaridades, había una enorme inestabilidad política y social y la situación economía era muy preocupante. Alfonsín asumió el reto y, aunque no consiguió todos los objetivos y cometió errores, sí recuperó los valores éticos y democráticos perdidos. De hecho, entre algunos de sus más sonados éxitos está el haber iniciado el proceso para juzgar a los jefes de la Junta Militar, a los que se acusaba de gran número de asesinatos y de hacer desaparecer a miles de personas. Este juicio no pudo inculpar a todos los responsables debido a las presiones que sufrió el Gobierno, pero sólo la imagen de verlos en el banquillo de los acusados ayudó a recuperar la dignidad. Raúl Alfonsín permaneció en el cargo hasta 1989, fecha en la que tuvo que dejar el poder por los graves problemas económicos que sufría el país y por la enorme presión de la oposición y de los sectores castrenses más radicales. Muchos de los que en aquella época criticaron duramente a Alfonsín reconocen ahora la importante labor que éste desempeñó.