MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Metro llega a su “última estación”

Por Rafael García1 min

Comunicación02-02-2009

Parecía que los diarios gratuitos eran los únicos que sobrevivían a la crisis. Pero no ha sido así. El primero en caer ha sido el diario Metro. La crisis en el sector publicitario ha provocado que el diario no haya podido mantenerse en pie. Ahora, 83 personas más del sector de los medios de comunicación están en paro.

Los periódicos gratuitos siguen siendo acosados por la crisis. Ya se habló del cierre de la edición online del diario gratuito ADN, pero ahora la tormenta se cierne sobre el diario Metro, uno de los primeros diarios gratuitos que, junto a 20 minutos, aparecieron en España. Según los datos del último Estudio General de Medios (EGM) este diario iba por detrás de 20 minutos, su gran competidor, y de Qué!, y se convirtió en el tercer diario gratuito más leído con cerca de dos millones de lectores diarios. Per Mikael Jensen, consejero delegado y presidente de Metro Internacional, ha explicado que se ha hecho todo lo posible para “revertir la situación”, pero al final la única salida que le quedó a la compañía sueca ha sido el cierre de la edición española, lo que ha provocado que la totalidad de su plantilla, unas 83 personas tras la reducción efectuada en diciembre pasado, hayan quedado ahora en paro. Además, Jensen ha destacado que todo tiene que ver con el “empeoramiento de la economía española” ya que “ha llevado al colapso del mercado publicitario y ha provocado un incremento inesperado en las pérdidas”. Aunque Metro Spain cierra no es la única filial de la compañía que ha sido cerrada. En 2001 ocurrió el mismo caso en Buenos Aires, donde también se despidió a la totalidad de la plantilla, y más recientes han sido los casos finales de Croacia, en septiembre del 2008, y de Polonia el 8 de enero de este año. A pesar de los numerosos despidos, han sido muchos los mensajes de ánimo a los compañeros que se han quedado en paro, tanto dentro de la propia compañía como de la competencia, que les desean un futuro prometedor a pesar de estar pasando por una mala racha.