FÚTBOL
Los ingleses vuelven a ¬reinar¬ en Europa
Por LaSemana.es3 min
Deportes21-05-2008
Desde que España lograra clasificar tres equipos para las semifinales de la Liga de Campeones, allá por el año 2000, ningún país había mostrado tal hegemonía en el continente como la que ha evidenciado este año Inglaterra. Los conjuntos ingleses han sido los grandes dominadores de una competición en la que el Barcelona ha sido el único capaz de plantarles cara.
Por primera vez en años, prácticamente casi todos los grandes favoritos al título consiguieron solventar la fase de liguilla sin demasiados percances. De los asiduos de los octavos de final, sólo Valencia y PSV Eindhoven se quedaron en el camino. Los chés dejaron claro que no iba a ser su año, al sucumbir ante equipos más débiles, como el Rosenborg o el Schalke 04. En tanto, Barcelona, Manchester United, Inter de Milán y Sevilla, estos últimos al derrotar al todopoderoso Arsenal, daban muestras de poderío, al dominar con contundencia en sus respectivos grupos. Más problemas pasaron el Liverpool, a punto de caer eliminado al sumar sólo un punto en los tres primeros partidos, y el Real Madrid, demasiado relajado en un grupo sin ningún rival de entidad. Los de Bernd Schuster confirmaron su fracaso europeo en los octavos de final. Una rácana Roma sacó petróleo de su juego especulativo y dejó fuera a un impotente Madrid, corajudo pero incapaz de penetrar la defensa romana. La primera eliminatoria vio despedirse, también, a otro equipo español, el Sevilla, derrotado en los penaltis tras ser incapaz de mostrarse superior al Fenerbahçe. Por ello, el Barcelona, sin complicarse la vida contra un inferior Celtic de Glasgow, quedaba como el único representante nacional. Italia se quedaba sin representantes, pues el Milán, anterior campeón, y el Inter, caían eliminados a manos de Arsenal y Liverpool. Los demás candidatos al título, Manchester y Chelsea, avanzaban sin problemas. Los cuartos de final confirmaron el poderío de los equipos ingleses. Salvo el Arsenal, condenado por tener que enfrentarse a otro rival vecino, el Liverpool, todos los equipos de la Premier League accedieron a las semifinales. El único que mantenía el honor continental era el Barcelona, favorecido por el sorteo, pues tuvo que enfrentarse a un flojo y atenazado Schalke 04, cuya carencia de pegada le arrebató cualquier posibilidad de clasificación. El Manchester pasó por encima a la Roma, en tanto que el Chelsea se mostró autoritario contra el Fenerbahçe. El Liverpool, en una eliminatoria espectacular, consiguió maquillar una decepcionante campaña al meterse, un año más, entre los cuatro mejores de Europa. El máximo torneo continental se tiñó totalmente con los colores ingleses tras la disputa de las semifinales. El Barça, aunque por momentos pareció recuperar el buen juego que le caracterizó en temporadas anteriores, claudicó ante un Manchester mucho más sólido en todos los sentidos y especialmente letal en ataque. El Liverpool, en tanto, vio roto su sueño de alcanzar su tercer final en cuatro años. Cayó ante el Chelsea en una semifinal marcada por un gol en propia meta del noruego John Arne Riise cuando los reds tenían encarrilado el pase. Así, la final fue uno de los enésimos duelos fraticidas que Manchester y Chelsea han protagonizado esta temporada. Sin embargo, toda la grandeza quedó eclipsada por un momento fugaz: un resbalón de John Terry, el capitán londinense, cuando iba a lanzar el penalti de la victoria, permitió a los diablos rojos remontar en la tanda de lanzamientos y hacerse con el título.