TELEVISIÓN
Las televisiones desprotegen en 9.000 ocasiones a la infancia
Por Fátima Mazloum Martín1 min
Comunicación16-07-2007
El código de autorregulación no se cumple. Un estudio realizado por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid demuestra que se ha incumplido 9.000 veces este código, creado en 2004 para proteger a los niños de los contenidos que emite la televisión. De todas las cadenas, La Sexta es la que más infracciones registra, seguida de Cuatro, Antena 3 y Telecinco.
En diciembre de 2004 se firmó el “acuerdo para el fomento de la regulación sobre contenidos televisivos e infancia” para evitar algunos contenidos no aptos para público infantil en determinadas horas y fomentar el control de los padres. Sin embargo, un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos para el Ministerio de la Presidencia que tenía como objetivo analizar la eficacia del código de autorregulación demuestra la falta de confianza de los ciudadanos en este código aprobado hace tres años. Las televisiones nacionales lo han infringido 9.000 veces en 14 semanas. De todas las televisiones, el broche de oro de incumplimientos es para La Sexta. La nueva cadena presidida por Emilio Aragón se sitúa en el puesto de honor de entre todas las televisiones nacionales con 2.430 incumplimientos (27 por ciento). "Presumiblemente, a causa de su juventud e indefinición, los contenidos de su parrilla, al menos en el horario analizado son muy inestables", según informo el estudio. Detrás de La Sexta, le siguen Antena 3 con 2.070 incumplimientos, Cuatro con 1.890 infracciones de las que un 37 por ciento fueron emitidas por el programa Channel nº4 y Telecinco con 1.440 principalmente en su ya desaparecido programa A tu lado. En esta ocasión, TVE ha sido la cadena más cuidadosa ya que es la que menor número de infracciones ha cometido. Sin embargo, ha infringido el código 1.170 veces lo que representa un 13 por ciento del total. De este porcentaje casi la mitad de las infracciones tienen su origen en las telenovelas “en las que destacan las tragedias familiares, comportamientos machistas y escenas con elevada carga erótica”. Por el contrario, las privadas infringen reiteradamente el código al utilizar un lenguaje soez e inadecuado.