ORIENTE PRÓXIMO
Abbas despliega el ¬Plan de los 100 Días¬ para hacer frente al caos en Gaza
Por Luis Miguel L. Farraces2 min
Internacional13-05-2007
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, desplegó la pasada semana el bautizado como 'Plan de los 100 Días' para hacer frente a la violencia interna y al caos en Gaza. El plan, que fue aprobado por el Gobierno de unidad nacional la pasada semana, prevé el despliegue de miles de soldados y el refuerzo de la seguridad en zonas estratégicas como el Paso de Rafah entre Egipto y la Franja.
Precisamente Rafah será una de las zonas más vigiladas por las Fuerzas de Seguridad palestinas. En el enclave fronterizo con el Sinaí, la Policía palestina sabe de la existencia de túneles secretos donde se llevan a cabo diversas actividades ilegales, entre ellas el contrabando de armas, la fuga de terroristas y diferentes actividades de estraperlo. El objetivo principal en la zona es el de localizar y desmantelar los túneles clandestinos y, por el momento, sólo uno de ellos ha podido ser destruido con bloques de cemento. La primera fase de este plan prevé que 3.000 agentes se enfrentarán a milicias locales y a asesinos a sueldo de las familias mafiosas de los túneles de Rafah. La imagen de ajustes de cuentas entre familias se vienen poniendo cada vez más a la orden del día, la última de ellas acaeció hace menos de dos semanas en Jan Iunes y dejó tras de sí nueve heridos. Asimismo, la intención de Abbas es la de dialogar con las facciones armadas tanto de Al Fatah como de Hamas para acabar con la violencia sectaria y conseguir que pongan fin a sus ataques contra el sur de Israel para evitar una operación militar de Tel Aviv en la Franja, opción que se rumorea, barajan las autoridades hebreas. Olmert da cuentas de la guerra contra Hezbola. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, prosiguió dando cuentas a la Comisión Winograd de la guerra contra Hezbola del pasado verano que dejó tras de sí más de un millar de libaneses y 163 soldados israelíes muertos. La Comisión se creó por el propio Gobierno con el objetivo de depurar responsabilidades por el fracaso en la ofensiva, que no consiguió ni acabar con el partido-milicia chií ni rescatar a los dos soldados que aún siguen en manos de los libaneses. La pasada semana, Olmert calificó la guerra de “justificada” dado que no tuvo “otra opción” para la resolución del conflicto. El temor del primer ministro israelí fue según sus propias palabras “que Hezbola atacara a Israel con sus cohetes, de los que se estimaba que tenía más de 11.000 reservas. Olmert aseguró que ante la situación, la cúpula militar israelí coincidió con él en que “debían tomarse medidas severas” contra Hezbola. Al parecer el ministro de Defensa, Amir Peretz, y la propia cúpula militar pensaron que la guerra concluiría con éxito en menos de dos semanas, en vez de los más de 30 días que acabó por extenderse. En este punto, Olmert y Peretz reconocieron graves errores de cálculo.