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IRAQ

La violencia y los toques de queda aumentan en Iraq

Por Marta Aguilera JiménezTiempo de lectura2 min
Internacional03-02-2007

La explosión del pasado sábado en un mercado de Bagdad causó cerca de 130 muertos y 300 heridos, según un nuevo balance de las Fuerzas de Seguridad iraquíes. Se trata del atentado más grave ocurrido en la capital iraquí en el último año. Para neutralizar la creciente ola de violencia, las autoridades han impuesto el toque de queda en las ciudades de Mosul y Kirkuk, al norte de Bagdad.

El atentado se produjo a primera hora de la tarde del sábado pasado, cuando el mercado de Sadriyah, muy frecuentado por la comunidad chií, registraba la máxima afluencia. “Fue una escena terrible. Muchas tiendas y casas quedaron completamente destruidas”, comentó un residente de la zona a una cadena árabe. Lo sucedido se enmarca dentro de una campaña sangrienta de la insurgencia suní, que en los últimos tiempos ha fijado sus objetivos en puntos comerciales para causar el mayor número de víctimas posible entre la comunidad chií. Para reducir los episodios violentos sucedidos a lo largo de la semana, las autoridades iraquíes han impuesto toques de queda en Mosul y Kirkuk. Su objetivo es repeler un asalto lanzado por grupos armados en varias zonas de la ciudad. Asimismo, las autoridades han levantado el toque de queda diurno que impusieron el jueves pasado en las ciudades santas chiíes de Nayaf y Kufa, al sur de Bagdad. Esta medida fue tomada tras la muerte de más de 200 militantes radicales chiíes en Zarka, el último domingo de enero, en enfrentamientos contra las fuerzas iraquíes, coincidiendo con la festividad chií de la Ashura. Según la versión oficial, los milicianos pertenecían al hasta entonces desconocido grupo Soldados del Cielo, que estaba planeando lanzar un ataque contra Nayaf, centro de poder del clero chií y donde reside la máxima autoridad de este credo en Iraq, el ayatolá Alí Sistani, que realizó su primera intervención pública en meses para llamar a la unidad y al fin de la violencia sectaria que se cobra centenares de víctimas diariamente. Sistani subrayó que las diferencias entre suníes y chiíes han existido durante siglos, pero que éstas no deberían ser causa del derramamiento de sangre al que se está acostumbrando el país. Por ello, instó “a renunciar a las divisiones”, así como a evitar “el fanatismo sectario”. En la misma línea, llamó a todos los musulmanes a superar juntos las diferencias porque las luchas internas sólo benefician “a aquellos que quieren dominar este país y controlar sus medios para lograr sus objetivos”, sentenció. Festividad chií de la Ashura La fiesta de la Ashura es celebrada por toda la comunidad musulmana, pero para los chiíes es una conmemoración religiosa central, pues recuerdan la muerte del imán Husein (uno de los nietos del profeta Mahoma y considerado su legitimo sucesor). La fiesta cae en el décimo día de Muharram, el primer mes del calendario lunar musulmán, y en ella el mundo islámico rememora con un ayuno voluntario el momento en que Noé dejó el Arca y la salvación de Moisés de los egipcios por obra de Dios. La máxima expresión de la festividad chií es en Kerbala, lugar donde se encuentra el mausoleo de Husein y donde se congregan hasta dos millones de creyentes. Para honrarlo, miles de hombres y mujeres vestidos de negro marchan por las calles golpeándose el pecho y cantando hasta el santuario del imán Husein.