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IRAQ

La violencia en Iraq se cobra más de 34.400 vidas civiles en 2006

Por Miguel MartorellTiempo de lectura3 min
Internacional21-01-2007

Más de 800 cadáveres descansan en las morgues de Iraq como balance de los primeros 20 días del 2007. La cifra va en consonancia con los informes de la ONU sobre el número de muertos en 2006, 34.452 civiles perdieron la vida el año pasado fruto de la guerra religiosa que se vive en el país y que cada día arroja una media desoladora de más de 100 vidas sesgadas todos los días.

El conflicto civil entre suníes y chiíes continúa enconado en la barbarie. Los atentados tienen un blanco predilecto: los civiles de una y otra comunidad musulmana. Auténticos actos de genocidio a pequeña escala a los que ni las autoridades iraquíes ni el Ejército estadounidense logran poner freno. El pasado día 16, la Universidad de Mustansiriya era escenario de una auténtica carnicería. Situada en un antiguo barrio mixto, la Universidad es ahora parte de una zona “protegida” por las milicias del clérigo chií Muqtada al Sadr y frecuente objetivo de los ataques suníes. Ocurrió en torno al mediodía, cuando cientos de estudiantes abandonaron las aulas y se arremolinaron en torno a la puerta principal, donde coches particulares y microbuses esperaban para llevarlos a sus respectivas casas. Fue en ese momento cuando un coche bomba, conducido por un suicida, hizo explosión. En medio del pánico, mientras los estudiantes corrían hacia la puerta de la Universidad para refugiarse de la deflagración, un segundo suicida con un cinturón cargado de explosivos, cortó la huida inmolándose. El resultado del ataque fueron más de 70 muertos y centenares de heridos, que se unieron al medio centenar de vidas que se perdieron en otros atentados en las cercanías de Bagdad. La cifra de muertos en la jornada del pasado día 16 es la tónica habitual en Iraq y sólo será una suma en el desesperanzador número de 34.452 muertos a lo largo de todo el 2006 que ha hecho público la ONU. Los datos del informe se alejan del balance optimista del Gobierno iraquí, que en base a los informes de sus ministerios de Interior, Salud y Defensa, hablaba de 13.869 muertes violentas de civiles, agentes de policía y soldados. El director de la misión de la ONU en Iraq, Gianni Magazzeni, advirtió de que “sin un significante progreso en el Estado de Derecho, la violencia sectaria continuará indefinidamente y en una espiral fuera de control”. Naciones Unidas señala como inicio de la guerra religiosa de Iraq el atentado contra la mezquita chií de Samarra, en febrero de 2006, fecha a partir de la cual los muertos diarios se triplicaron. Aunque las cifras descienden ligeramente en los meses de noviembre y diciembre -cuando EE.UU. y las Fuerzas de Seguridad iraquíes decidieron firmemente hacer frente a la violencia religiosa- respecto a los dos meses anteriores, lo cierto es que 6.376 civiles perdieron la vida en ese tiempo, una tercera parte de ellos sólo en Bagdad, frente a los 7.054 del anterior periodo. Según Magazzeni, la mayoría de esas muertes son producto de la guerra religiosa y la mayor parte de las víctimas lo son por ejecuciones sumariales. La ONU insiste en que el Gobierno iraquí debería invertir parte de su esfuerzo en reconstruir la infraestructura judicial y llevar a cabo recuentos de muertos, heridos y desaparecidos, porque, de lo contrario, se crea “un ciclo de venganza, de asesinatos por venganza” y “una sensación de impunidad” que contribuye a que las dos comunidades -chiíes y suníes- piensen que “si ellos pueden hacerlo, nosotros podemos hacerlo”. “Así nadie acabará en la cárcel”, consideró Magazzeni, que concluyó: “debe existir una contabilidad”.