CATÁSTROFE NATURAL
El sudeste asiático vuelve a sufrir 15 meses después del tsunami
Por Beatriz Martínez2 min
Sociedad28-05-2006
Gigantescas olas provocadas por un masivo terremoto originado en el Océano Índico han barrido las costas desde Indonesia hasta la India, dejando al menos 4.000 muertos. Esta vez los efectos se han sentido en Malasia, Myanmar y Bangladesh,e incluso en Somalia, Tanzania y Kenia, de la lejana costa africana.
El colosal sismo, el cuarto en intensidad en el último siglo, ha sido atribuido a la inestabilidad de las líneas de fractura y convergencia de las placas tectónicas india, australiana y eurasiática. El suceso confirma la tendencia al aumento en la actividad sísmica del planeta de características severas y alerta sobre nuevas tensiones, además de otras eventuales catástrofes. También enciende las alertas ante un fenómeno fuera de escala por sus repercusiones. En este tiempo, Médicos del Mundo ha atendido a más de 100.000 personas y ha desplazado a Indonesia y Sri Lanka 63 cooperantes para tomar parte, tanto en la emergencia como en la rehabilitación y reconstrucción posterior. La respuesta de la sociedad española, no tiene precedentes. Se enviaron 79 millones de euros para las víctimas del tsunami. Ahora, Médicos del Mundo quiere que las personas afectadas no sientan que el olvido es su nueva amenaza, no se trata de ayudar sólo los días posteriores al desastre, dicen los portavoces de Médicos Mundi y Ayuda en Acción, durante el primer año de reconstrucción de ciudades y hogares, la ayuda debe ser permanente. También Irán ha sufrido diversos terremotos con consecuencias muy graves tanto materiales como humanas en los últimos tres años, el más reciente ocurrió en febrero de 2005, en esta ocasión se calcularon entonces 600 víctimas mortales y más de 1000 heridos. El sismo de 6,4 grados en la escala de Richter se produjo en la misma provincia en que un hecho similar causó cerca de 30.000 víctimas en diciembre de 2003, al sureste de Zarand. Las causas de estos desastres naturales son muy variadas, la influencia de la acción del hombre es innegables, pero resulta importante destacar que en las zonas nombradas hay mayor tendencia de sufrir maremotos y terremotos. Hay tres zonas sísmicas principales: una recorre los bordes del Océano Pacifico, otra en el centro del Atlántico, y la tercera, en el sur de Asía, desde Indonesia hasta el mar Mediterráneo. En estas zonas la roca que yace bajo el suelo no es firme y esto unido al calentamiento global de la tierra, provoca cada vez mayor número de temblores en la superficie terrestre que, además, están ascendiendo de valor en la ya famosa escala de Richter.