TELEVISIÓN
El Mundial como reclamo publicitario
Por Silvia Álvarez-Buylla1 min
Comunicación29-05-2006
La Sexta nació sin informativos, sin parte de su parrilla y aún sin contratar a algunos de los profesionales que trabajarían en su cadena. Sin embargo, tenía el Mundial en sus manos y no necesitaba nada más para atraer espectadores.
Le costó 95 millones de euros adquirir los derechos del Mundial de Alemania, pero lo hizo. Poca gente conocía el recién estrenado canal de Emilio Aragón hasta que supo que sin sintonizarlo no podría disfrutar de los partidos. “Opá, vamó a por el Mundial” dice la canción del Koala que se ha convertido en un himno. Y es así. Su estrategia inicial de publicidad consistía básicamente en eso: intentar que toda España se lanzará a adaptar sus antenas para poder disfrutar del fútbol. Una estrategia lícita si no fuera porque La Sexta sólo llega al 60 por ciento de la población, lo que significa que muchos tendrían que pagar por verlo. Los interesados siempre han tenido la opción de recurrir a la Televisión Digital Terrestre (TDT), a pesar de que esta tecnología no está totalmente implantada, o de adquirir Digital Plus que, tras un acuerdo con la cadena, incluye en su oferta la nueva programación de La Sexta, lo que significaba, que la gente que no pudiera verlo en sus casas, debería invertir dinero si quería disfrutarlo desde su salón. Políticos y televisiones criticaron duramente a esta cadena controlada por Globomedia y Mediapro, Abertis. Unos se escudaban en la Ley de Emisiones y Retransmisiones de Competiciones Deportivas y Acontecimientos Deportivos que obliga a que los acontecimientos de interés general se retransmitan en abierto. Otros, lo que verdaderamente deseaban era compartir los derechos para garantizarse más ingresos en su televisión. De cualquier modo, se trata de una lucha política y mediática en la que el que sale perdiendo es el telespectador. Aunque parece que esta vez no es el único. El hecho de que La Sexta decidiera emitir el Mundial ella sola, podría suponer para el nuevo canal “un grave problema de imagen”, según señalaba el estudio publicitario Zenith.