ORIENTE PRÓXIMO

Hamas comienza su Gobierno poniendo calma entre los palestinos

Por Salva Martínez Más2 min

Internacional02-04-2006

Las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el brazo armado de Al Fatah, el partido del presidente palestino, Mahmud Abbas, se responsabilizaron del atentado que el pasado jueves mató a cuatro habitantes de una colonia situada al norte de Cisjordania. Abbas condenó dicho ataque, pero el nuevo Gobierno mantuvo que esa es una “repuesta natural” a la ocupación israelí.

La violencia desatada la semana pasada fue la primera crisis de inseguridad a la que se enfrentó el nuevo Ejecutivo palestino formado íntegramente por Hamas. El Consejo Legislativo Palestino aprobó el martes pasado el equipo de gobierno diseñado por el primer ministro, Ismael Haniyeh, considerado como uno de los miembros pragmáticos de la organización islamista. Sin embargo, el viernes pasado, Haniyeh y sus 24 ministros, 10 para la administración de Gaza y otros 14 para hacer lo propio en Cisjordania, se posicionaron de manera comprensiva frente al atentado terrorista que un día antes mató a cuatro colonos israelíes. “Es una respuesta natural a los continuos asesinatos del Ejército israelí”, aseguró el portavoz de Hamas, Mushir al Masri. Todo menos condescendiente estuvo en su declaración desde Sudáfrica el presidente palestino, Mahmud Abbas: “Lo condenamos. No creemos que ayude al proceso de paz”. La represalia israelí no se hizo esperar ante el ataque que firmó el brazo armado del partido de Abbas, los Mártires de Al Aqsa. Así, el Ejército israelí se movilizó por tierra, mar y aire en Gaza en busca de militantes palestinos. A las restricciones y violencias que la intervención israelí trajo consigo en los territorios ocupados, se sumaron los enfrentamientos entre facciones palestinas rivales. “Hay una larga historia de conflicto entre nosotros. La Seguridad Preventiva [el servicio antiterrorista palestino] ha buscado siempre ensuciar a nuestros miembros” aseguraba un portavoz de los Comités de Resistencia Popular. Este grupo próximo a Hamas, formado por antiguos miembros de la policía palestina, se enfrentó durante los últimos días de la semana pasada a los miembros de la Seguridad Preventiva tras el asesinato de Abu Yusef Quqa, uno de los líderes de los comités. Los enfrentamientos fueron especialmente crudos durante el entierro de Quqa, en el que se produjo un tiroteo que causó la muerte a tres personas y heridas a cerca de una veintena. “No hemos sido nosotros”, aseguró un portavoz militar israelí negando la participación que el Gobierno de Haniyeh atribuyó a la institución militar israelí en la muerte de Quqa. Al poco de responsabilizar a Israel, el Gobierno palestino dio un vuelco en su tono de protesta contra Israel, comprometiéndose a encontrar a los responsables del crimen y a poner fin a la violencia desatada los últimos días de la semana pasada. “Esta es una situación peligrosa que no debería volver a ocurrir”, declaró Haniyeh.