CATÁSTROFE METEOROLÓGICA
Los daños podrían superar los 100.000 millones de dólares
Por Alfredo L. Zamora1 min
Sociedad04-09-2005
Los daños ocasionados por el huracán Katrina podrían superar los 100.000 millones de dólares, y al menos la mitad de esta cantidad es atribuible a los daños provocados por las inundaciones de Nueva Orleans. Las consecuencias para la primera economía mundial aún son impredecibles, pero la recuperación de los estados afectados será lenta y la ayuda internacional es cada vez más necesaria.
La llegada del ciclón paralizó la producción petrolera del Golfo de México y llevó el barril de crudo a los 70 dólares. Hizo que el dólar se desplomara y que cayera a su nivel más bajo en tres meses. Además, la interrupción de la actividad económica de la región afectada supone la pérdida diaria de 100 millones de dólares. "La tarea del gobierno federal es enorme, y la cumpliremos. Allí donde esto no funciona, haremos que funcione. Allí donde funciona bien, haremos que suceda lo mismo en otro lado", afirmó el presidente de EEUU, George W. Bush. El mandatario visitó las zonas afectadas y tomó medidas para solucionar esta catastrófica situación. Una reacción que ha sido calificada de tardía por la sociedad estadounidense y errónea por el propio Bush. "Una vergüenza nacional. Han muerto miles de personas y cada día mueren otras miles, y parece que no somos capaces de organizar la ayuda. Alguien debe sentarse de una vez en un avión, venir hasta aquí y resolver estas cuestiones en el acto", afirmó el coordinador de desastres de Nueva Orleáns, Ferry Ebbert. Ante esta situación, Bush afirmó que estaba "satisfecho con la respuesta, pero no lo estoy con los resultados". Confía plenamente en la capacidad de los Estados Unidos para hacer frente a este desastre natural, el problema reside en que los resultados de las operaciones de emergencia no son los esperados. La Unión Europea ha decidido renovar sus ofertas de ayuda a los norteamericanos, poniendo a disposición de los estados afectados las reservas petroleras. La Agencia Internacional de Energía ha entregando productos refinados y 60 millones de barriles de petróleo. Francia, por su parte, ha donado ocho aviones, dos barcos, 600 tiendas y 1.000 camas plegables.