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CICLISMO

Armstrong ya ¬acaricia¬ su séptimo Tour

Por Cristóbal CabezasTiempo de lectura3 min
Deportes17-07-2005

Lance Armstrong camina con paso firme y seguro. Pese a la mayor debilidad de su equipo con respecto a años anteriores y a que también a él le ha afectado el intenso calor y el fuerte ritmo de la carrera, pues aún no ha ganado ninguna etapa, el texano afronta la última parte del Tour con la victoria en franquía. Apenas Ivan Basso (del CSC) podría ponerle en apuros; Alexandre Vinokourov (del T-Mobile), generoso en su esfuerzo, se vio apartado de los puestos de honor al pagar un mal día en los Alpes, tras la primera jornada de descanso.

La semana que estaba marcada a priori por la batalla en los Alpes y los Pirineros ha tenido el color de las numerosas fugas, que han dejado en evidencia que el equipo Discovery Channel -más aún con la baja por lesión del jiennense Manuel Triki Beltrán y han consagrado a veteranos como el austriaco Georg Totschnig -que consiguió el primer triunfo del Gerolsteiner en la ronda francesa-, el estadounidense George Hincapie y el francés David Moncoutie, entre otros corredores. Pese a todo, los días se han sucedido con el fortalecimiento de Armstrong, en la medida en que la exigencia de las etapas ha ido pasando factura a los corredores. Por parte española, el murciano Alejandro Valverde (del Illes Balears) supuso la cara agradable del Tour, después de su magnífica victoria en Courchevel, por delante de Lance Armstrong, pero también la decepción, pues se vio obligado a abandonar por una tendinitis en una de sus rodillas cuando prometía ser uno de los aspirantes al podio -ya vestía el jersey blanco como mejor joven, que después heredó el ucraniano Yaroslav Popovych- en su primera participación en la Grande Boucle. También ha destacado especialmente Óscar Pereiro, que al igual que sucedió a su compañero del equipo Phonak Santiago Botero en Briançon -allí, en la jornada del mítico Galibier, ganó Vinokourov-, terminó segundo en la cima de Saint Lary-Soulan, en la etapa reina -con siete puertos y más de 200 kilómetros-, después de haber animado la carrera con presencias constantes en las escapadas. Aun así, el gallego no se rinde y aspira a conseguir el premio que por su esfuerzo ha merecido. El mejor clasificado en la general es Francisco Mancebo, quinto, tras disputar su carrera con el danés Michael Rasmussen y los estadounidenses Floyd Landis y Levi Lepheimer, a rebufo de los tres grandes aspirantes al podio: Armstrong, Ivan Basso y Jan Ullrich, que dio síntomas de debilidad en los mano a mano con sus rivales. La nota negativa en cuanto a la representación española, empero, ha recaído en los jefes de filas de Euskaltel y Liberty Seguros: Iban Mayo y Roberto Heras se han desinflado estrepitosamente en la montaña, aunque en el equipo que dirige Julián Gorospe ha dado la cara Haimar Zubeldia, pese a que no se halla décimo tercero de la clasificación general. El bejarano no estuvo a la altura, y así lo reconoció su director, Manolo Sáiz, afirmó que el salmantino Heras no había estado a la altura. No obstante, los aficionados vascos que llenaron las carreteras en las etapas pirenaicas protagonizaron algunos incidentes: un grupo de vándalos apedreó un autobús de Televisión Española. La carrera también se vio ensombrecida, aunque mínimamente, tras el arresto del italiano Dario Frigo (del Fassa Bortolo), después de que fuesen encontrados en el vehículo de su esposa varios productos dopantes. En la general, a expensas de la última etapa contrarreloj, Armstrong y Basso aspiran a mantener los dos primeros puestos de la clasificación: tercero se mantiene Rasmussen, con una ventaja de casi tres minutos con respecto a Ullrich que se antoja escasa con vistas a los 55 kilómetros individuales contra el crono de la penúltima etapa.