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ORIENTE PRÓXIMO

La Liga Árabe cumple 60 años sin normalizar sus relaciones con Israel

Fotografía
Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional27-03-2005

La Liga Árabe cumplió 60 años de existencia en su decimoséptima Cumbre. La reunión estuvo marcada por las ausencias de nueve líderes árabes y por la presencia de representantes de la UE. Entre ellos destacó el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el líder occidental más importante que ha podido hablar en el mayor foro del mundo árabe.

“Todo el mundo conoce el resultado final de la reunión antes de que se sienten a hablar”, decía la semana pasada Imad Hmoud, el editor del periódico jordano Al Gahd. Hamoud manifestaba que la organización sexagenaria necesita reformas. Hizo lo propio Mustafá Hamarmeh, el director del Centro de Estudios Estratégicos de Amán, quien aseguró que los líderes árabes “tienen que pensar y forjar instrumentos para negociar con el resto del mundo. De otra forma, están en un callejón sin salida”. Conscientes de esta situación, José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno español; Javier Solana, alto representante de la Política Exterior europea; Michel Barnier, ministro de Asuntos Exteriores francés; Marco Follini, vicepresidente del Consejo Italiano; y Kofi Annan, secretario general de Naciones unidas, acudieron a la cita árabe para tratar de animar los posibles cambios que tengan lugar en el seno de la organización. Por ello, Rodríguez Zapatero reconoció los avances “alentadores de numerosos países árabes” en materia de libertades políticas, como la libertad de prensa. El jefe de Gobierno español saludó el intento árabe por normalizar las relaciones con Israel. En marzo de 2002, en la Cumbre de la Liga Árabe de Beirut, una iniciativa saudí propuso la normalización de las relaciones con el Estado israelí. El Gobierno del por aquel entonces y actual primer ministro de Israel, Ariel Sharon, la rechazó. La semana pasada, la propuesta era la misma pero liderada por Jordania. Israel la volvió a rechazar porque el contenido solicita su retirada total de los territorios árabes ocupados a cambio del desarrollo de relaciones normales con el conjunto de países de la Liga Árabe. El presidente egipcio, Hosni Mubarak, habló sobre la iniciativa en la visita oficial que hizo a la República Francesa tras la Cumbre de la semana pasada. “Hace falta que Israel evacue primero los territorios para que un Estado palestino pueda ser creado. Tras esto habrá una normalización”, explicó Mubarak. Ante la negativa israelí a dejar los territorios ocupados, el secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, concluyó que “el estado hebreo no merece que le tiendan la mano”. La dureza de las declaraciones, se explica, entre otras cosas, porque a la negativa israelí se suma la política expansionista de Ariel Sharon. Israel construirá 3.500 edificios en Maale Adumim, una colonia situada en Jerusalén Este. La transparencia al tratar la ocupación israelí difiere diametralmente con la poca claridad con la que los líderes árabes se pronunciaron sobre la crisis sirio-libanesa, Iraq, Sahara Occidental y el apoyo al terrorismo de algunos estados de la Liga Árabe. A este último y áspero tema se refirió Kofi Annan, que invitó a la Liga Árabe a firmar una convención sobre el terrorismo.