Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

ARTE

Buscan grabado utilizado por Van Gogh en uno de sus autorretratos

Por Fernando BoillosTiempo de lectura2 min
Cultura02-02-2005

Un museo de Londres que recoge muchas de las obras más importantes del impresionismo y postimpresionismo europeo trata de recuperar un grabado de origen japonés que utilizó el pintor Vincent Van Gogh como fondo en uno de sus autorretratos más conocidos y que desapareció del museo en el año 1981.

El grabado sustraído del lugar hace casi veintitrés años lleva por título Geishas en un paisaje, y aparece pintado en el fondo de uno de sus autorretratos. En este autorretrato el famosísimo pintor impresionista aparece con la oreja vendada. El pintor, que no consiguió vender un cuadro a lo largo de toda su vida, se cortó la oreja tras una violenta disputa con su colega Paul Gauguin y ahora mismo es una de las joyas de este museo londinense. El grabado en cuestión fue robado del Courtault Institute of Art en 1981 junto a dos acuarelas, una de Edward Dayes y otra de Samuel Palmer, pero el centro no había comunicado hasta ahora su desaparición. Geishas en un paisaje era una de las imágenes favoritas del inigualable pintor holandés, que poseía alrededor de un centenar de grabados japoneses de la época, con los que decoraba su estudio. En el año 1888, Vicent Van Gogh expresó en una carta su admiración por estos grabados y por "la enorme claridad" del arte gráfico japonés. El grabado puede identificarse fácilmente, según el propio museo, ya que lleva las marcas de los alfileres con los que Van Gogh lo fijó en la pared de su estudio de Arles (ciudad donde vivió ubicada en el sur de Francia). El instituto londinense ha podido recuperar mientras tanto las otras dos acuarelas, una de las cuales apareció en una subasta de Sotheby´s, y que se cree que robó un guardián del museo que ya ha fallecido. Dieciocho meses después de su pelea con Gauguin, el pintor holandés, que sufría una fuerte depresión, se suicidó de un disparo en el pecho. Se cree que su hermano, Theo, regaló el citado grabado y otro titulado Escena de una parodia de Genji al doctor Gachet, médico homeópata y pintor aficionado que trató al artista y del cual Van Gogh hizo un famoso retrato. Ambos pasaron luego al hijo del médico, que los vendió en 1957 a un marchante parisino. Ese mismo año, se cree que los adquirió el historiador del arte Douglas Cooper, quien los donó al instituto Courtauld. Ahora, el museo que calló su desaparición demanda la ayuda de la autoridad competente para recuperarlo.