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PALEONTOLOGÍA

El último antepasado común entre monos y hombres podría ser catalán

Por Alfredo López ZamoraTiempo de lectura2 min
Sociedad19-11-2004

Vivió hace 13 millones de años en las selvas tropicales que por aquel entonces ocupaban el municipio catalán de Hostalets de Pierola. Es el Pierolapithecus catalanicus, mono de Pieroila catalán, cuyos restos se acaban de encontrar en el yacimiento del Barranco de Can Vila durante la construcción de un vertedero.

El ejemplar, también conocido como Pau, pesaba 35 kilos y medía en torno al metro y medio. Tenía rígida la parte inferior de la espina dorsal, por lo que podía trepar a los árboles para camuflarse y obtener sus alimentos. Los restos del primate presentan todos los elementos necesarios para proclamarse como el último ancestro común entre los grandes monos antropomorfos actuales y los seres humanos. "Había poca información sobre el origen del grupo que incluye a los grandes antropomorfos actuales y los humanos", afirmó Salvador Moyá, cabeza el equipo del Instituto de Paleontología Salvador Crusafont. "No se sabía de qué época era el antepasado común ni como era. El registro fósil resultaba hasta ahora muy escaso y por ello había hipótesis contradictorias". Entre los restos encontrados cabe destacar el pequeño cráneo con la cara relativamente corta y unos grandes colmillos. La parte superior de la nariz se encuentra en el mismo plano que los ojos, demostrando así que sería el primer primate en el que la nariz no interfiere en su campo de visión. Según los datos que se desprenden de la forma de los dientes, parece que se alimentaba de insectos, frutas y otros vegetales. Además, también se han encontrado costillas, vértebras y articulaciones de la mano. Un total de 83 huesos que ponen de manifiesto la increíble mezcla de este primate entre el mono y el humano. Los omóplatos de Pau se extienden, al igual que en el ser humano, por toda la espalda. En cambio, los monos tienen estos huesos situados a los lados de la caja torácica. Según han afirmado los investigadores, pese a que los restos hayan sido encontrados en España, parece que esta nueva especie vivió también en África. "Los primeros siempre se han generado en ese continente y luego han colonizado otros territorios. Pensamos que Pierolapithecus viene de África y sospechamos que llegó por el camino del Próximo Oriente, más que desde el norte de África".