Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

MÚSICA

Un análisis genético determinará la autenticidad del cráneo de Mozart

Por Marta Escavias de Carvajal GómezTiempo de lectura1 min
Cultura02-11-2004

Después de 213 años desde la muerte de Mozart, aún no está claro dónde están los restos mortales de uno de los mayores genios de la historia de la música. Ahora un equipo de científicos austriacos van a someterlos a un estudio científico.

Los restos mortales del padre de Wolfgang Amadeus Mozart van a ser sometidos a un estudio para compararlos con el cráneo atribuido al maestro, que conserva una fundación musical de Salzburgo, la ciudad natal del compositor. Esta comprobación sigue la misma pauta que la Universidad de Granada aplicó hace unas semanas para determinar la autenticidad de los restos de Cristóbal Colón mediante comparación del ADN de sus familiares, y que pinchó en hueso. En esta ocasión, los investigadores han abierto la tumba donde descansan los restos de Leopold y Constanze Mozart, padre y esposa del músico. Allí encontraron un tercer esqueleto que podría pertenecer a la sobrina de Mozart, Jeanette, la hija de la hermana de Mozart que falleció con 16 años. El resultado del análisis genético de los huesos de Leopold Mozart se cotejará con el cráneo que todavía hoy guarda la Fundación Mozarteum y de cuya autenticidad hace tiempo que se duda. El autor de Las bodas de Fígaro murió el 5 de diciembre de 1791 a los 35 años de edad, víctima de una fiebre reumática. En el momento de su fallecimiento vivía en condiciones cercanas a la miseria por lo que su cadáver fue enterrado en una fosa común en el cementerio de Sankt Marx de Viena. El día del funeral una fuerte tormenta que azotaba la capital austriaca dispersó al pequeño cortejo fúnebre que acompañaba al maestro hacia el campo santo, por lo que ningún allegado estuvo presente en el entierro. A partir de aquí, la historia y la leyenda se confunden. La fosa común no fue marcada con lápida o cruz alguna y la existencia del cráneo conservado en Salzburgo se atribuye a que el hijo del portero del cementerio pudo identificar el lugar donde se hallaba el cadáver de Mozart.