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ANÁLISIS DE LA SEMANA

El charco de los cochinos

Fotografía

Por Gema DiegoTiempo de lectura2 min
Economía25-07-2004

La política española se está convirtiendo últimamente en el charco donde hozan los cochinos. No importa llenarse de mierda hasta las cejas si uno consigue que el oponente acabe más sucio todavía. Para muestra, lo del déficit público. Según el PP, resulta que antes no había nada de eso, que los ingresos y los gastos estaban completamente equilibrados, y que las piezas de la contabilidad estatal engranaban como un complejo sistema de ecuaciones. En cambio, para el PSOE, los presupuestos sólo cuadraban debido a que una parte importante de los gastos estatales estaba bien escondidita, como los ancianos que meten sus ahorros debajo del colchón para que no se los robe ni el banco. ¿Ahora qué pasa? Que el Gobierno Zapatero ha sacado del armario, del colchón, de debajo de la baldosa o de vaya usted a saber dónde unas partidas de gastos que han dado al traste con las cuidadosas cuentas del antiguo ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para este año. Y eso ha llevado al déficit a dispararse. ¿La culpa? Está claro, del PP, que estaba ocultando información para aparentar una gestión económica equilibrada. Desde luego, Mariano Rajoy y compañía no se han quedado callados y, ya chapoteando en el citado charco de los cochinos, basta con tirar un poquito del puño de la camisa de algún socialista para meter también al partido en el barro. ¿Desde cuándo esos gastos de los que habla ahora el PSOE se incluyen en los presupuestos estatales? ¿Cómo es posible que, de repente, el proyecto de déficit cero se vaya a hacer gárgaras por unas deudas que deberían contabilizarse aparte? A ver si es que la culpa es de esos diablos rojos con rabo de los socialistas. Como siempre, la realidad no es ni blanca ni negra. Seguramente, el PP llevó a cabo alguna argucia contable para que el presupuesto le cuadrase milimétricamente, con lo que, posiblemente, el PSOE tiene razón cuando habla de un supuesto “déficit oculto”. Pero lo que resulta muy raro es que el desequilibrio ingresos-gastos se incremente como lo ha hecho en sólo seis meses: el PP también estará en lo cierto cuando afirma que el Gobierno está preparando determinadas inversiones que quiere llevar a cabo enmascarándolas bajo ese déficit. Total, que ni unos ni otros tienen nada de santos. Mejor que se queden hozando en el charco con los cochinos.

Fotografía de Gema Diego