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SIN ESPINAS

Aznar Fénix

Fotografía

Por Javier de la RosaTiempo de lectura1 min
Opinión07-04-2003

Todavía no las tiene todas consigo pero ya atisba su emergencia. Cual Ave Fenix, el presi resurge de sus cenizas porque la guerra apunta a su final. Ojalá pronto, sea cuales sean sus consecuencias. “Los eslóganes son el preservativo del pensamiento” repite un maestro; los de la posguerra ya están hechos. Aznar, el martir de occidente capaz de inmolarse por Bush cual semejante iraquí por Sadam, va a señalar sin miramientos que el mundo vivirá a partir de ahora con un sátrapa menos gracias al esfuerzo y colaboración de España. Un país que enjugará sus lágrimas por las miles de víctimas civiles y militares iraquíes con los dólares de los contratos de la reconstrucción; y que olvidará a los niños en cajones de madera y sin brazos con los euros ahorrados en petróleo. Bueno, esos serán sólo los españoles empresarios; que el otro día daban un respiro al presi agasajándolo con efusivos aplausos. Los trabajadores, los corrompidos pacifistas, la aprovechada gente de la cultura, los sindicalistas divididos, los tibios nacionalistas democráticos, los ciudadanos en general que dice aglutinar la oportunista oposición, esos no verán ni las plusvalías del botín. Pero España, - dirá Aznar-, esa España por la que me lo jugué todo a una carta antes de acabar la partida y “sin esperar nada a cambio”. ¡Esa Essspaña prosperará! Como yo. Será el nuevo estandarte de una Europa rediseñada junto al Reino Unido, presidida por mi y en la que Francia y Alemania no hablarán más de puntillas ni mirando por encima del hombro. Cuando las palomas de la paz se han convertido en ratas de la kale borroka no es menos de esperar que el Ave Fénix renazca de las cenizas sustituyendo a la gaviota carroñera del PP. PAZ

Fotografía de Javier de la Rosa