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APUNTES DE BANQUILLO

Motos para ‘ratoneros’

Fotografía

Por Roberto J. MadrigalTiempo de lectura2 min
Deportes06-04-2003

Aunque desde 1999 los españoles no pescan ningún título mundial –qué lejanos empiezan a quedar los recuerdos de Emilio Alzamora y Álex Crivillé–, acostumbran a dar espectáculo en las carreras y a entrar con asiduidad en los podios, hasta el punto de que –datos cantan– no se lograba algo parecido desde 1989. De los Champi Herreros, Jorge Martínez Aspar y Sito Pons, que lograron los títulos mundiales de los 80, 125 y 250 cc. hace catorce años, hemos pasado a una generación de jóvenes de talento y valor: Fonsi Nieto, Toni Elías, Dani Pedrosa… a los que les falta coronar su historial con un título que, por lo visto, no debe tardar demasiado en llegar. Pero con la salvedad de Crivillé, que estuvo siempre al lado –generalmente a la sombra– de un piloto tan ambicioso como Mick Doohan en la máxima categoría, los españoles no terminan de despegar en la categoría reina. La jubilación de las motos de dos tiempos no ha sido, precisamente, una ayuda: las categorías pequeñas del Mundial aún las mantienen, pero las características del pilotaje de las motos de cuatro tiempos es muy distinto. La competencia en el MotoGP, durísima, no acaba de facilitar la adaptación de los pilotos, con lo que el Mundial de Superbikes, con motos de cuatro tiempos –aunque las carreras son distintas, pues se corren en dos mangas– comienza a ser una opción interesante. Posiblemente de allí puedan dar el salto pilotos como Rubén Xaus y Gregorio Lavilla, que precisamente salió del Mundial por la puerta de atrás. El trabajo de los federativos, al organizar un potente campeonato de España –abierto a la participación de pilotos extranjeros–, permite canalizar el ímpetu ganador de una cantera casi inagotable. Pero estos esfuerzos, sin la dirección técnica de ex pilotos como Ángel Nieto, Alberto Puig, Aspar y Pons –cuyo equipo es desde hace varias temporadas el mejor de los no oficiales del Mundial–, no servirían de nada. La experiencia de primera mano en el conocimiento de las necesidades de los pilotos ha permitido contar con muy buenos equipos de ingenieros y mecánicos. El edificio, sin embargo, cojea aún por la dificultad para encontrar patrocinadores, especialmente en equipos destinados a formar pilotos. Es hora de mojarse y aprovechar este buen momento para lograr construir una estructura capaz de competir con los dominadores del mundo: Estados Unidos, Italia y Japón. No viene de más construir planes a largo plazo, aunque después no se consiga, en lugar de conformarse con ser cabezas de ratón. El interés que suscitan las motos en España, sostenido con tres Grandes Premios, merece trabajar por conseguir ser, de una vez, los mejores del mundo.

Fotografía de Roberto J. Madrigal