ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
Tropezar en la misma piedra
Por Isaac Á. Calvo
2 min
Internacional03-09-2018
El ser humano es el único animal capaz de tropezar varias veces en la misma piedra. Los hechos así lo corroboran y demuestran que a los hombres les cuesta aprender de sus errores.
Lamentablemente, son muchos los veranos en los que grandes incendios forestales asolan vastas extensiones de terreno y, lo que es peor, se cobran la vida de decenas de personas. Estas quedan atrapadas por la rapidez y voracidad del fuego, ya sea en sus propias casas o cuando emprenden la huida.
En los últimos años, ha pasado en Portugal, en Galicia y ahora sucede en Grecia, donde el número de fallecidos supera los 80 y hay decenas de desaparecidos, por lo que las víctimas mortales podrían aumentar considerablemente.
Estas tragedias se producen por una concatenación de circunstancias, pero la mayoría de ellas son evitables. Aunque no podría impedirse el fuego, sí se reduciría su impacto medioambiental y se minimizarían las muertes que provoca. Contra las elevadas temperaturas, la poca humedad y fenómenos naturales como la caída de un rayo, poco se puede hacer. Sin embargo, sí se debe trabajar previa y minuciosamente para prevenir las consecuencias del fuego.
Es necesario concienciar a la población, hay que limpiar los montes en primavera para evitar que la maleza se convierta en combustible, se deben fomentar procesos de urbanización ordenada, prohibir la construcción indiscriminada de viviendas en zonas prácticamente inaccesibles... Además, hay que contar con planes de evacuación y con servicios de bomberos y protección civil preparados y eficientes.
Cada uno debe asumir su parte de responsabilidad, los vecinos han de tener precaución a la hora de hacer fuego (barbacoas, quema de rastrojos...) y las autoridades deben establecer medidas preventivas y coercitivas y dedicar partidas presupuestarias a la lucha antiincendios.
Hay quienes son reacios a estas medidas por comodidad o porque desarrollarlas lleva tiempo y sus resultados no son inmediatos. Sin embargo, vista la frecuencia con la que ocurren estas desgracias, es negligente que los ciudadanos no pongan su granito de arena y que las autoridades miren para otro lado y no pongan los medios necesarios.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD