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ANÁLISIS DE ESPAÑA

El patinazo de Sáenz de Santamaría

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España18-12-2017

Cuesta creer que a estas alturas de la campaña para el 21D el Gobierno pueda dar pasos en falso. Mucho más si quien los comete es alguien tan acostumbrada a medir sus palabras como la vicepresidenta del Gobierno. Por eso llaman especialmente la atención las palabras de Soraya Saénz de Santamaría atribuyendo a Mariano Rajoy la responsabilidad de haber “descabezado” a los independentistas. Es difícil considerarlo un desliz y no algo perfectamente intencionado. Se entiende que la vicepresidenta se refiere al hecho de que el líder de ERC se encuentre en prisión y que Puigdemont haya huido a Bruselas para evitar ir también a la cárcel. Resulta descorazonador tener que recordar todavía que eso se ha producido por la decisión de un juez y no por iniciativa de ningún político.

Eso es algo que no haría falta recordar a un ciudadano medio bien formado, pero lo cierto es que el discurso en torno a la cuestión catalana ha demarrado demasiadas veces por el terreno de la demagogia y el populismo al que ahora se apunta el Gobierno tarde y mal, agobiado por los pobres resultados que le auguran las encuestas. Tan es así que Sáenz de Santamaría pide el voto para Rajoy, escondiendo que es Albiol y no el presidente quien se presenta a las elecciones. La reivindicación del Gobierno supone una grave irresponsabilidad en el terreno del relato. El Estado puede permitirse el lujo de soportar el estigma de la fábrica de independentistas cuando despliega sus herramientas para que se cumpla la Ley, pero no cuando el poder Ejecutivo se pasa por el forro la separación de poderes.

Eso es exactamente lo que hizo la vicepresidenta poniendo en bandeja al relato independentista, que denuncia la condición de presos políticos de sus líderes encarcelados o en el “exilio”. Ya veremos si las palabras de Sáenz de Santamaría no son usadas por algún abogado ante un tribunal como prueba de la persecución. Esto se produce días después de que el propio Albiol convocase una rueda de prensa para denunciar que fue espiado por los Mossos d’Esquadra. Dijo que un miembro del Gobierno cualificado le confirmó que esa información podía ser cierta. Es decir, que alguien del Ejecutivo le dio datos de una investigación que se encuentra bajo secreto y que investigan las fuerzas de seguridad en calidad de policía judicial bajo las órdenes de un Juzgado. Si Albiol miente, malo. Si Albiol dice la verdad, peor. No es con más populismo como se vence al populismo, sino con la defensa del Estado de Derecho.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio