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ANÁLISIS DE ESPAÑA

La trituradora

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España27-02-2017

Al tiempo que desde el independentismo en Cataluña se alimentaba el mito del Espanya ens roba, las trituradoras en los despachos de CDC funcionaban a pleno rendimiento destruyendo documentación comprometedora sobre la trama del 3 por ciento. Aquel problema del que ya avisó hace 12 años Maragall vapulea ahora a lo que queda de CiU, no con informes policiales apócrifos de origen desconocido, sino en el marco de una investigación judicial. Y no es el pérfido Tribunal Constitucional que arrasó el Estatut quien cerca ahora el legado del partido que gobernó Cataluña durante casi tres décadas. No es la Audiencia Nacional que investiga al clan Punol, ni el Tribunal Supremo que juzga a Francesc Homs por la consulta del 9N. Ni siquiera el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que hace lo propio con Artur Mas. Es un Juzgado de Instrucción de El Vendrell (Tarragona), que inició sus pesquisas a partir de la denuncia de una concejal de ERC. ¿Dónde queda encuadrado exactamente el partido de Junqueras en la operación del Estado para perseguir el independentismo?

Dice el expresidente catalán, entrevistado en LaSexta por Ana Pastor, que la Guardia Civil podría haberse ahorrado 18 meses de investigación si desde el principio les hubieran pedido las cuentas. En el colmo del cinismo presumió de transparencia incluso. Faltó preguntarle en qué formato tenía previsto entregar a los investigadores los folios y las tarjetas de visita de empresarios que su tesorero Viloca hizo añicos en la trituradora. Tendría algo de disculpa que Mas se hubiese ofrecido a entregar la documentación junto con una barra de pegamento. Al menos así hubiese facilitado las cosas a los especialistas que han reconstruido los documentos triturados y que acreditan que en Cataluña nadie ponía un ladrillo sin pasar por el despacho del tesorero de CiU a dejar su “donación”. Recordar hoy el eslogan del Espanya ens roba simplemente causa el mismo sonrojo que las fotos en las que Maradona posaba con camisetas que decían "No a las drogas".

El independentismo tuvo que cambiar de estrategia y entonces deslizó que la presunta cleptomanía de sus dirigentes se debía a la mezcla con los españoles. Algo así como que estas cosas no habrían pasado de mediar un muro entre ambos territorios y que con la independencia se acabaría la corrupción. Partiendo de la base de que tal argumento no aguantaría ningún debate serio, hay que reconocer que las explicaciones ofrecidas por Mas recuerdan mucho a las de sus colegas de otros puntos de España: "Eso era cosa del tesorero. Él era quien llevaba las cuentas. Yo no pongo la mano en el fuego por nadie. Yo no llevaba el control de las finanzas, me dedicaba a la política…". Es decir, que a Viloca solo le falta un despido en diferido para terminar de echar por tierra definitivamente cualquier atisbo de hecho diferencial.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio