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SIN CONCESIONES

El efecto Podemos

Fotografía

Por Pablo A. IglesiasTiempo de lectura3 min
Opinión18-06-2015

Por sus hechos les conoceréis. Esta frase bíblica ha comenzado a aplicarse con la mayor exhaustividad a los dirigentes de Podemos que han alcanzado el poder tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo. Aunque a ellos le salga sarpullido con la más mínima alusión religiosa, sus hechos van a servir durante los próximos meses para escribir multitud de páginas, tantas como tiene el mismísimo Libro de los Apóstoles de Jesucristo. Al fin y al cabo, unos y otros son seguidores de un líder con coleta... Que me perdonen por tanto paralelismo con los textos sagrados, aunque sea en tono de broma. Seguro que no se molestan a la vista de la afición al humor (incluso cuando es ofensivo y de muy mal gusto) que tienen los colegas de Guillermo Zapata, que ya ha pasado a la historia como el concejal más breve tras ser cesado en apenas 48 horas.

Es curioso que ese "por sus hechos les conoceréis" es justo lo que Podemos pretendía evitar con la presentación de marcas blancas en las elecciones locales. Querían camuflarse tras listas de integración popular pero nadie se ha tragado esa mentira. Era imposible durante la campaña y más aún tras el éxito cosechado en ciudades como Madrid, Barcelona, Zaragoza, A Coruña o Cádiz. En el triunfo han corrido a atribuirse el mérito y en las tomas de posesión, como la de Manuela Carmena en la capital de España, se han exhibido para demostrar quién es el titiritero que mueve los hilos de la marioneta. No han hecho falta ni 24 horas para empezar a conocer a los cargos públicos de Podemos, qué piensan y qué país anhelan deconstruir, que no es precisamente lo mismo que construir. Podemos no quería ediles que enturbiaran la marca antes de las elecciones generales pero, nada más tomar posesión, ya sufre los primeros escándalos.

El fraude fiscal de Juan Carlos Monedero, la beca irregular de Íñigo Errejón y la productora sospechosa de Pablo Iglesias fueron sólo el principio. Ahora es cuando comienza el verdadero examen a Podemos y su gente. Van a ser cinco meses observados con lupa, como experimento a pequeña escala de lo que sucedería en el conjunto del país si la coleta ganara las próximas elecciones generales y alcanzara La Moncloa. Prometer es muy fácil pero gobernar es muy complicado. Hacer oposición es pan comido pero gestionar una administración es como cuadrar el más complejo de los sudokus. Si no lo sabían, ahora van a descubrilo en tiempo récord. Mientras tanto, el foco de la opinión pública y de la opinión publicada va a someterlos a una reválida permanente con tal de que afloren todos sus errores y defectos. Es lo que suelen hacer entre ellos los grandes partidos y con los anti casta no debería ser menos, aunque se hagan las víctimas.

De aquí a las generales podremos comprobar el efecto real de las políticas de Podemos. Si funcionan, el PSOE quedará fagocitado por los pactos de izquierda radical y Mariano Rajoy azuzará el voto del miedo. Si fracasan las recetas de esas coaliciones bipartitas y tripartitas, Rajoy alentará igualmente el pánico contra la irresponsabilidad de sus recetas extremistas. En cualquier caso, el presidente del Gobierno tiene diseñada de antemano la mitad de su campaña. Consiste en quedarse quieto, sin cometer errores, esperando a que los cometan los representantes de Podemos. Es su táctica preferida, la misma pasividad que ejerció en la oposición y con la que obtuvo una amplísima mayoría absoluta en 2011. Aunque ya no fuma, cosa que afirmó muchas veces y no siempre fue cierto, es fácil imaginarlo con un puro en la boca, tumbado como tantas veces le caricaturiza Peridis y esperando a que las circunstancias le encumbren de nuevo al triunfo. Las circunstancias parecen claramente en contra del PP tras el 24-M y por eso introduce cambios. Pero Rajoy confía ciegamente en el efecto Podemos para darle la vuelta. El efecto Podemos fue novedad al principio e ilusión después, si bien ahora se enfrenta a la prueba del algodón. Mientras tanto, con puro o sin puro, Rajoy debe de frotarse las manos ante tanta tontería ajena y tanto tonto contemporáneo en el poder.

Fotografía de Pablo A. Iglesias

Pablo A. Iglesias

Fundador de LaSemana.es

Doctor en Periodismo

Director de Información y Contenidos en Servimedia

Profesor de Redacción Periodística de la UFV

Colaborador de Cadena Cope en La Tarde con Ángel Expósito