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ANÁLISIS DE INTERNACIONAL

Ante un gran desafío, mejor buscar apoyos

Fotografía

Por Isaac Á. CalvoTiempo de lectura2 min
Internacional15-09-2014

El llamado Estado Islámico de Iraq (EI) se ha convertido en uno de los principales quebraderos de cabeza, no solo para las autoridades locales, sino también para gran parte de la comunidad internacional. Como era de esperar, la masiva reducción de tropas estadounidenses de suelo iraquí ha propiciado que el EI controle partes del territorio e imponga su radical interpretación del Corán allí donde está. A esto se le suma el terror que siembra contra todos aquellos que no comparten su visión islámica, que incluye asesinatos. Por si fuera poco, los miembros del EI publican en Internet y en redes sociales sus macabras decapitaciones y ataques. Saben que la difusión masiva de sus actos les da publicidad y les genera réditos y adeptos. Posiblemente, si no lo hicieran así, la comunidad internacional estaría actuando de una forma más tibia, pensando que la amenaza no es tan grande y que cómo se iba a meter otra vez en el avispero de Iraq. Sin embargo, visto lo visto, Estados Unidos y sus principales aliados están articulando una forma de actuar más contundente contra el EI, antes de que el problema se agrande. El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, ha visitado la zona para recabar apoyos de países mayoritariamente musulmanes, y ha recibido el visto bueno de una decena de ellos, entre los que se encuentra Arabia Saudí. No se trata de una cuestión que enfrente a Occidente con el Islam, es un asunto que también afecta a estados islámicos de la región. Organizaciones como el EI no tienen reparos en ir contra hermanos que no profesen su misma visión de la fe. Cuantos más miembros se sumen a la lucha contra el EI habrá mayores posibilidades de éxito. Lo que es evidente es que no basta solo con los bombardeos selectivos que ha empezado a hacer Estados Unidos. Es necesaria una mayor implicación política, militar, logística y económica, que como siempre crea incertidumbres y supone riesgos para quien la lleva a cabo. Habrá que ver quién está dispuesto realmente a dar un paso al frente y asumir las consecuencias.

Fotografía de Isaac Á. Calvo

Isaac Á. Calvo

Licenciado en Periodismo

Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación

Editor del Grupo AGD