ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Madres
Por Almudena Hernández1 min
Sociedad05-05-2014
Todos tenemos una. Y sus croquetas son las mejores, aunque a veces nos quejemos de que son unas pesadas o no entendamos sus reacciones ante determinadas situaciones. Tienen capacidad innata de sacrificio y resistencia en su aparente fragilidad. Y son sabias en conocimientos y experiencias, aunque no no lo ponga en su curriculum. Y se merecen más que un día al año, un centro flores y uno de esos regalos caros que promocionan las firmas de moda para ganarle una batallita a la crisis. ¡Les gustan los collares de macarrones! Las madres no tienen fronteras. Son una especie única, el sustento de la humanidad, al margen del márketing rosa de las presuntas sociedades hipotéticamente más avanzadas que, sin embargo, las ningunean y las rechazan. Tal cual: únicas. Pero esa piedra angular que las madres también suponen en los países en desarrollo también sufre duros e irracionales golpes en las sociedades más pobres en medios y valores. La ONU calcula que al año mueren medio millón de mujeres por causas relacionadas con el embarazo y el parto en los países más deprimidos del mundo. Y desde estas sociedades de regalos rosas con lazo tampoco llegamos a percibir los millones de dramas que viven mujeres obligadas a la maternidad por las violaciones que se producen en todas las guerras, o los de las madres que cuidan de sus hijos bajo las bombas o ven cómo la sinrazón de los enfrentamientos acaba con la vida de sus pequeños. En España acabamos de celebrar el día de la madre, una jornada, sin duda para reflexionar sobre algo más que sobre lo buenas que están las croquetas que cocina la nuestra.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo