ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Hasta la próxima Haití
Por Almudena Hernández2 min
Sociedad15-01-2014
No interesa. A pesar de ser un destino caribeño, de esos que salen en las fotos de las postales de vacaciones idílicas, pocos son los que quieren dar con sus huesos en Haití. Sobre todo tras el terremoto que hace justo cuatro años, un 12 de enero, arrasó a una población que ya por entonces estaba sumida en la pobreza y la problemática social. Como suele ocurrir ante catástrofes de este calado, los medios nos hicimos eco del paisaje dantesco haitiano y los periodistas fijamos nuestra atención en aquellos primeros momentos. Hubo protagonistas de historias imposibles que se aferraron a la vida bajo los escombros, como la de aquel niño milagroso. Y hablábamos de esperanza, de ánimo, del yes, we can!. Hasta que se apagó el interés informativo y otras cuestiones más mundanas llenaron la agenda de las redacciones y Haití quedó donde estaba, en medio del Caribe, sólo atendida por misioneros, cooperantes y voluntarios que trabajan a destajo con unas gentes que tratan de volver a empezar. Aquel terremoto dejó más de 220.000 muertos. De entre los supervivientes, más de 2,3 millones tuvieron que dejar sus lugares de residencia ante la devastación de sus hogares (si es que por hogar se puede entender un habitáculo maltrecho levantado con materiales de quinta categoría). Pero, además del terremoto y sus terribles consecuencias, en estos cuatro años Haití ha sido golpeada una y otra vez por otras catástrofes. Varios fenómenos medioambientales han echado abajo las reconstrucciones y han dificultado que la vuelta a la normalidad (hablar de este concepto en Haití es pensar en niveles bajo cero) fuese más rápida. Por ello, el cólera se sumó a la pobreza (tras 2010 elevada a la enésima potencia). Tanto es así que, aunque la situación ha mejorado, aún pasan hambre 600.000 haitianos de los que no nos volveremos a acordar hasta que llegue otro aniversario de aquel día de enero o algún rostro conocido haga campaña de imagen en la zona cero. Es como si la sociedad internacional moviese la manita desde la barandilla de un barco y dijese “hasta la próxima, Haití, que te vaya bien”.
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo