ANÁLISIS DE INTERNACIONAL
Oriente Próximo, un proceso de paz contrarreloj
Por Isaac Á. Calvo1 min
Internacional06-01-2014
El secretario de Estado de Estados Unidos (equivalente al ministro de Exteriores), John Kerry, ha empezado el año con fuerza y apenas unas horas después de iniciarse 2014 viajó a Oriente Próximo. Su misión, entrevistarse una vez más con las autoridades locales para impulsar el proceso de paz entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y alcanzar un acuerdo marco. No hay tiempo que perder, las partes se han dado hasta abril para avanzar en la resolución del conflicto. Sin embargo, Kerry no lo va a tener fácil porque los problemas están enquistados y la desconfianza entre israelíes y palestinos es sobresaliente, no solo entre los dirigentes, sino también entre gran parte de la población. La propia Casa Blanca también es objeto de algunos recelos palestinos. Es cierto que los gobiernos estadounidenses llevan mucho tiempo buscando un acuerdo, pero también lo es que Estados Unidos es fiel aliado de Israel. Como en toda negociación, para alcanzar un punto de acuerdo, israelíes y palestinos deben ceder en alguna de sus pretensiones e implicarse decididamente en el proceso. No se puede partir de la base de posiciones inamovibles cuando estas son demandadas por ambas partes. No es por ser pesimista, pero esta nueva intentona tiene toda la pinta de quedar en papel mojado. Lamentablemente, son muchos años de muertes, de heridos, de atentados, de ataques militares, de brutalidad, de acciones y reacciones. A esa dificultad se suma que cualquier progreso pacificador obtenido ha fracasado, bien por la inercia del enfrentamiento, por el resquemor, por incumplimientos, por la acción de radicales ultraortodoxos o islamistas... Siempre hay alguna causa que impide alcanzar la paz.
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Isaac Á. Calvo
Licenciado en Periodismo
Máster en Relaciones Internacionales y Comunicación
Editor del Grupo AGD