ANÁLISIS DE SOCIEDAD
Cambio de actitud
Por Almudena Hernández
2 min
Sociedad27-11-2013
El mapa del tiempo se siembra de estrellas de nieve y temperaturas mínimas. El otoño se enfría, cambia el paisaje y se acorta el tiempo de luz diaria. Noviembre va camino del adiós y con diciembre entra el vértigo de lo que vendrá y la nostalgia por este 2013 que se está haciendo viejo. Para algunos es un buen año. Muchos otros desearán verlo perecer cuanto antes para que cambie su suerte. La agenda se llena constantemente de tareas probables y situaciones predecibles. Por eso la llevamos consigo. Para que no cunda el pánico también reservamos en ella un lugar previsto para los imprevistos. Y una de esas sorpresas más o menos desagradables puede ser desde una visita inesperada de un viejo amigo hasta un tifón que arrasa con toda esperanza. En España hay dificultades para llegar a fin de mes y muchas familias las tienen desde hace muchos meses. Demasiadas. Y por eso, dicen en las ONG, que ha caído la solidaridad hacia emergencias como la ocurrida en Filipinas, donde el vómito inicial de información ha dejado de interesar al mundo. Quizás habría que echar las cuentas desde una perspectiva más blanda: no es lo mismo adaptarse a un cambio sin empleo que sin techo. Las circunstancias son bien distintas. Estos días también se habla mucho de violencia de género, una lacra que está malhiriendo a la sociedad y de la que son víctimas muchas mujeres. Pero, cuidado, también mueren niños y decenas de pequeños quedan huérfanos cada año, una situación difícil de afrontar y en la que pocos recaen cegados por un feminismo excluyente. Una cosa no quita la otra y esos críos tendrán que aprender a vivir con esa sombra toda su vida. Algunos lo lograrán. Otros, posiblemente, caerán en la espiral de la violencia y el maltrato. Salvo que en la agenda haya sitio para que salga el sol. El ser humano está hecho de un material complejo que no siempre se amolda como esos metales en pleno proceso de fundición para ejercitar la resiliencia. El concepto se las trae. Y viene a decir que hay hombres y mujeres que son capaces de adaptarse a cualquier circunstancia, por dura y difícil que sea, para hallar la actitud necesaria para buscar la felicidad. Pero en esa búsqueda también habría que reflexionar si todos los cambios son constructivos, o si hay algún resquicio o alguna arista donde poner el punto de mira para recuperar lo que funciona. No se puede evitar que nieve y haga frío, pero sí educar a los pequeños para que el respeto a los demás les acompañe siempre. Es complicado ganar la batalla a una catástrofe meteorológica, pero siempre habrá algún euro en el bolsillo aunque nos quejemos de que no llegamos a fin de mes. Los cambios son buenos si son bien empleados. Pero si algo funciona y no se puede mejorar quizás convenga no desbaratarlo. ¿Dispuestos al cambio? De actitud...
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Almudena Hernández
Doctora en Periodismo
Diez años en información social
Las personas, por encima de todo