ANÁLISIS DE CULTURA
Jugando a la rayuela
Por Marta G. Bruno
1 min
Cultura26-06-2013
28 de junio de 1963. Las imprenta elegida para llevar al mundo esas páginas echa humo. Él sabe que será una bomba atómica en el escenario de la literatura latinoamericana. Y los hechos le dieron la razón. Rayuela apareció como la inspiración para Vargas Llosa o Gabriel García Márquez. Era el comienzo de un boom desatado gracias a la pluma de Julio Cortázar, la “crónica de una locura”, como él mismo decía, una novela donde uno no sabe dónde está el comienzo ni el final, es como la vida misma, imprevisible. Saltos y rupturas que para algunos la convierten en una obra maestra y para otros…un “jueguecito”. ¿Dónde está el límite entre la novedad, lo transgresor, y lo inapropiado? ¿debemos mantener el equilibrio constante sin salirse de la línea, o de vez en cuando hay que “saltarse las reglas”? es la pregunta que más de uno se hace cada día. Cuando las cosas marchan por el buen camino no caben ese tipo de reflexiones. Pero hay veces en las que las personas necesitan un cambio. Hoy es necesario: al igual que lo fue hace 30 años. Los melancólicos que anhelan un giro rememoran el que experimentó España en los años 80, en concreto Madrid, que se convirtió en un instante en la “metrópolis de la modernidad” para el resto del mundo. Una explosión de creatividad invadió la capital, para algunos soez, para otros resultado de la esperanza llamada libertad, ataviada con mucho maquillaje y laca. Madrid rememora esos años, quizás porque espera con ansias otro cambio que le inyecte una dosis de adrenalina. Se mantiene inquieta, esperando que ese amor platónico llegue a su asfalto para tirar la piedra. ¿Será 2020 el año elegido?
Seguir a @MartaGBruno
Marta G. Bruno
Directora de Cultura de LaSemana.es
Licenciada en Periodismo
Estudio Ciencias Políticas
Trabajo en 13TV
Antes en Intereconomía TV, La Razón y Europa Press