IMPRESIONES
Somos herederos
Por Álvaro Abellán
2 min
Opinión24-06-2013
No lo hemos buscado, sino que lo hemos recibido gratis. No es fruto de nuestro ingenio, sino que nos ha sido enseñado. No nos pertenece sólo a unos pocos, sino que es de todos. Es el tiempo que nos ha tocado vivir, en el que recibimos una herencia cultural, económica, política, social, material, espiritual. Somos herederos. Hemos heredado una crisis. Hemos heredado los usos y costumbres que generaron la crisis. Hemos heredado una deuda. Pero también hemos heredado muchos tesoros. El conjunto es infinitamente favorable para lo bueno. La crisis nos ha servido para descubrir antivalores. Los buenos alumnos, los buenos hijos, aprenden también de los defectos de sus mayores. A veces, aprenden más de sus defectos que de sus virtudes. Heredamos así una reacción contra las actitudes y los modelos que causaron la crisis. También hemos heredado, al menos, un discurso y muchos testimonios sobre sus virtudes, y sobre las virtudes y el testimonio de sus padres, y las virtudes y el testimonio de los padres de sus padres… así, hasta el principio de los tiempos. Nuestra herencia tiene más de 2000 años. No hemos heredado la receta para salir de esta crisis. Esa receta no podemos pedírsela a nuestros padres. Es absurdo. Es inútil. Encontraremos muchas más pistas e ideas en los padres de nuestros padres, en los padres de los padres de nuestros padres… y así, hasta hace más de 2000 años. Y nos darán las pistas y los criterios que no supieron darnos nuestros padres. Pero no nos darán las respuestas que necesitamos. Porque esas tenemos que escribirlas nosotros. Nos toca a nosotros. No podemos llorarles a nuestros mayores. Ellos nos han legado una herencia. Una herencia maravillosa y rica. Materialmente, como nunca. Espiritualmente, conversamos lo mejor de cada tiempo. Toca actualizarlo. Toca encarnarlo hoy, ahora. Tenemos la herencia que tenemos. ¿La conocemos toda o sólo hemos visto la deuda? ¿Lloramos? ¿Celebramos? ¿Qué tal si la administramos?
