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ANÁLISIS DE ESPAÑA

ETA se queda sola

Fotografía

Por Alejandro RequeijoTiempo de lectura2 min
España11-03-2013

ETA ha dejado de ser el primo de Zumosol para ser ese primo yonki del que nadie se quiere hacer cargo. Ya hasta las autoridades noruegas les han echado de su territorio cansadas de la nula voluntad de los terroristas para dar los pasos que todo el mundo reclama: la entrega de las armas. De ETA se han cansado hasta sus propios verificadores. Aquel grupo que la izquierda abertzale le diseñó a su medida para internacionalizar la situación tras el cese definitivo. Ahora hasta le da un ultimatum. Es como comprar al árbitro y que al final lo quede más remedio que expulsarte. Después de varias semanas calentando el ambiente con un posible anuncio importante, el único gesto de la banda ha sido una declaración sobre el “daño causado a quienes no hubiesen tenido ninguna responsabilidad en el conflicto”. Dicho de otro modo, si tu padre era policía, tu hermano concejal en Mondragón o tu hijo se estaba formando para Guardia Civil cuando fue asesinado, te jodes. Como la pataleta de un crío al que nadie hace caso, los presos de ETA suben el tono y advierten de que el proceso no se resolverá si no les excarcelan a todos. Pero desde el Gobierno responden que ni siquiera le consta que exista un proceso. Desde la banda y su entorno se aferran la decisión sobre la Doctrina Parot como una de las pocas alegrías que vender a su mundo. Pero más allá de los afectados, una resolución favorable a sus intereses tampoco supondría un cambio estratégico. Ni dentro ni fuera de las prisiones. ¿Qué le queda a ETA por tanto? ¿Volver a los atentados? Saben que con eso condenarían a los suyos, ya en las instituciones, a una vuelta a la ilegalidad y el ostracismo político. “ETA sobra y estorba” (Otegi dixit). ¿Una escisión? No parece que actualmente las estructuras de la banda estén muy boyantes. La mayoría de los vascos creen que el primer paso para la paz definitiva es que ETA se disuelva y entregue las armas. Así lo indica el último sociometro elaborado por el Gobierno vasco. La banda terrorista y su entorno siempre han justificado sus acciones arrogándose la representación de la voluntad del pueblo vasco. Desde los atentados hasta sus reclamaciones actuales, que son las de siempre: negociación, presos a la calle, abordar las consecuencias del conflicto, Policía, Guardia Civil y Ejército fuera del País Vasco y Navarra… Bien, pues, ahí tiene ETA y la izquierda abertzale una nueva señal de lo que realmente le pide el pueblo vasco. No hay más sordo que el que no quiere oír.

Fotografía de Alejandro Requeijo

Alejandro Requeijo

Licenciado en Periodismo

Escribo en LaSemana.es desde 2003

Redactor de El Español

Especialista en Seguridad y Terrorismo

He trabajado en Europa Press, EFE y Somos Radio