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ANÁLISIS DE SOCIEDAD

Fuera del mapa

Fotografía

Por Almudena HernándezTiempo de lectura2 min
Sociedad16-01-2013

La ignorancia –siempre atrevida– hace que pensemos que lo que no conocemos o no existe o es como nos parece. Una reciente conversación familiar nos llevó a trazar las fronteras cambiantes del mapamundi en el salón de casa. África y Asia se llevaban la palma de desaciertos. Y para no quedar en ridículo nos pusimos a buscar excusas. Primero pensamos que el problema sería que aquellos días de escuela quedaron lejos; luego que fuimos un poco tarugos cuando memorizamos países y capitales; más tarde que los sistemas educativos españoles son malos, más o menos, según las edades de cada uno de los que nos sentábamos a la mesa, desde los niños hasta los abuelos; finalmente, que hay muchos países que están condenados al peor de los castigos: ser ignorados. Así entró en la conversación Sudán del Sur, un país jovencísimo (proclamó su independencia en 2011), que se enfrenta a una muy dura situación histórica, política y económica. Pero resulta que, a pesar de la ligereza de la conversación familiar, países como Sudán del Sur existen para gente que no se toman las cosas de forma tan superficial, como son quienes trabajan, por ejemplo, para Manos Unidas. El último boletín de esta ONG de la Iglesia católica publica un informe sobre los países preferentes para esta organización durante el año 2013. Honduras, la India y Sudán del Sur están entre esas prioridades. Por eso me entero de que tiene uno de los indicadores de desarrollo humano más bajos del mundo, que el 83 por ciento de la población vive en áreas rurales y depende de la ganadería; que el país apenas supera los ocho millones de habitantes que se reparten entre numerosos grupos étnicos y que se hablan más de 60 lenguas indígenas. A todos estos ingredientes, continúa el citado informe, hay que añadir la tensión que hay entre la República de Sudán y Sudán del Sur por culpa del petróleo. La falta de un acuerdo firme lo paga la población. Miles de personas están apenas sin acceso a la comida, al agua y a los servicios médicos. Conocer estos datos, y saber a ciencia cierta que detrás de las cifras hay personas que viven penalidades, puede ayudar a colocar a estos países entre los principales intereses. Así las conversaciones no se centrarán en otros asuntos más cercanos por el egoísmo como las huelgas de la sanidad pública, los impagos, las listas del paro o las reformas de la educación. Pero seamos realistas: por desgracia, todavía para muchos algunos temas seguirán estando fuera del temario y fuera de los mapas. Habrá que hablar más de ellos. Por lo menos a la familia.

Fotografía de Almudena Hernández

Almudena Hernández

Doctora en Periodismo

Diez años en información social

Las personas, por encima de todo