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Los médicos españoles no consideran ética la eutanasia

Por Elena R. BenitoTiempo de lectura2 min
Sociedad02-05-2002

Ramón Sampedro abrió el debate de la eutanasia en España. Este tetrapléjico llevaba desde 1995 pidiendo que un médico pudiera ayudarle a morir sin incurrir en un delito. Su petición no fue escuchada y Sampedro murió finalmente en 1998. Su cuñada y heredera, Manuela Sanlés, ha continuado la batalla legal por que a Sampedro le sea reconocido su derecho a una muerte digna.

Tres años después de su muerte, en 2001, el Comité de los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas se pronunció sobre el caso. Richard MacDonald, presidente de la Federación Mundial de Asociaciones Pro Derecho a Morir Dignamente, considera que España es el país del sur de Europa más propicio a despenalizar la eutanasia, con el 68 por ciento de la población a favor según algunas encuestas recientes. La regulación de la eutanasia en España se encuentra, al menos, con dos problemas. Por una parte, el Código Penal, que contempla penas de cárcel “a quien coopere con actos necesarios al suicidio de una persona” y por otra, los propios médicos, que consideran más acorde con la ética de su profesión la medicina paliativa que la eutanasia. La Asociación pro Derecho a Morir Dignamente considera que el suicidio asistido no vulneraría el artículo del Código Penal, ya que “el médico no interviene directamente en la muerte del paciente”. El presidente de la asociación añade que Salvador Pániker cree que hay que concienciar a los médicos de que “la alternativa no es matar o no matar, sino tener una muerte larga y angustiosa o una muerte rápida y tranquila”. Por su parte, el secretario de la Comisión Deontológica de la Organización Médica Colegial, Gonzalo Herranz, se muestra contrario al suicidio asistido, ya que “el médico tiene el deber de intentar la curación o mejoría del paciente siempre que sea posible”. También declara que en el caso de que esto no sea posible, no es necesario alargar artificialmente la vida del paciente: “el médico no deberá emprender ni continuar acciones diagnósticas o terapéuticas sin esperanza, inútiles u obstinadas”. A pesar de que en España el debate aún no alcanza las dimensiones que en otros países europeos y de la negativa del colectivo médico, la eutanasia existe. Según una encuesta de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un 15 por ciento de los médicos españoles reconocen haber ayudado a morir a alguno de sus pacientes.

Fotografía de Elena R. Benito