IMPRESIONES
Confiar en ‘Lo imposible’
Por Álvaro Abellán
2 min
Opinión08-11-2012
“Lo que no puede ser, no puede ser; y, además, es imposible”, reza un refrán popular. La afirmación es tautológica, es decir, se demuestra a sí misma. Sin embargo, que se demuestre a sí misma no quiere decir que tenga algo que ver con la realidad. La cuestión es que las cosas no pueden ser hasta que pueden serlo. No parecen posibles hasta que alguien las logra. “Lo lograron porque no sabían que era imposible”, es otra de esas frases para la carpeta del colegio. En este caso, la frase es, en sí misma, contradictoria. Sin embargo, recoge una experiencia muy real. El G-20 anda ahora reunido en México y se preguntan por qué España no ha pedido el rescate. Igual hasta les convencemos de que no es necesario. Igual es que el Gobierno ya se ha convencido de que tal vez no es necesario. Hemos sido críticos con el actual Gobierno en estas páginas, por recortar de algunos sitios y no de otros y por tirar más de tijeras que de proyectos. Seguiremos siendo críticos con cualquier respuesta a la crisis que no suponga un cambio de modelo y, no nos engañemos, el de la administración pública es urgente, pero no el más importante. También aplaudimos de este Gobierno algunas maniobras que parecieron más lingüísticas que económicas y que a nuestro juicio, sin embargo, eran una cuestión relevante. Porque hay declaraciones y palabras que generan o destruyen confianza, y el factor crucial para superar la dimensión financiera de la crisis es la confianza. Cada vez que habla un agorero de la imposibilidad de salir de esta, nos hace una aguadilla. Cada vez que alguien argumenta esperanza con números en la mano, nos insufla una bocanada de aire fresco. Lo definitivo será que los hechos y los resultados respalden las palabras. El otro día fui al cine a ver Lo imposible, la película española más taquillera de todos los tiempos. Sí, la más taquillera, en plena crisis. Y además es buena. Puro cine. Y no es de Torrente. Eso sí, hay que aceptar por valencianos a Naomi Watts y Ewan McGregor. Lo imposible habla de lo imposible que fue posible. Y lo fue sin tacañerías rancias, miradas estrechas o egoísmos. Lo imposible fue posible entre el barro, la miseria y las heridas; con grandeza humana, desprendimiento y generosidad.
