Esta web contiene cookies. Al navegar acepta su uso conforme a la legislación vigente Más Información
Sorry, your browser does not support inline SVG

EE.UU.

Europa queda atrás en la diplomacia de EE.UU., ahora viene Asia

Por Luis González-AllerTiempo de lectura2 min
Internacional08-02-2009

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, comenzará por primera en un Gobierno estadounidense a ejercer la diplomacia por Asia, el continente en mayor crecimiento en los últimos años.

Ni Europa ni Oriente Próximo, la primera acción de diplomacia de la era Obama será en Asia. La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, tiene previsto visitar primero Japón, la segunda economía más fuerte del mundo. Indonesia, la nación musulmana más grande del mundo y lugar donde pasó parte de su niñez el actual presidente norteamericano, también está en la agenda. Después está Corea del Sur, importante socio comercial de EE.UU. y, por último, China, una de las economías más crecientes en los pasados años, con la que se quiere llegar a un acuerdo sobre cambio climático y acercar posturas con los temas de Tíbet y Taiwán. Los últimos encargados de la diplomacia norteamericana siempre habían empezado sus viajes por Europa u Oriente Próximo, de Cyrus Vance a Condoleezza Rice, siempre habían comenzado por alguno de estos dos destinos. Pero ahora, en tiempo de una crisis financiera prácticamente sin igual, la nueva Presidencia ha decidido perfilar el diálogo internacional por Asia. El continente asiático alberga a casi la mitad de la población mundial y también la mitad del producto interior bruto. Uno de los portavoces del Gobierno de Obama afirmó que no van a tratar temas nucleares porque en principio se quieren centrar más en el estado de la economía mundial. Aunque también quieren convencer a China de que se una a ellos por la mejora del cambio climático. Aunque algunos expertos señalan que, además, pueden pedir más libertad para manejar los temas de Taiwán y Tíbet. Las relaciones con Rusia Además, Obama y Clinton pretenden mejorar sus lazos con Rusia, que se han ido debilitando con el transcurso de los años por diversos enfrentamientos. Estas discusiones provienen sobre todo de la idea de EE.UU. de hacer un escudo antimisiles en Europa. La Casa Blanca también pretende convencer a Moscú de que les ayuden a que Irán desista en su plan de armamento nuclear –aunque desde Teherán se dice que es de carácter pacífico–. Rusia no quiere que los iraníes tengan grandes sanciones, otro de los puntos de inflexión entre ambas potencias.

Fotografía de Luis González-Aller