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NACIONES UNIDAS

El surcoreano Ban Ki-moon, sucesor de Kofi Annan

Por Berta PardalTiempo de lectura1 min
Internacional14-10-2006

Reconocido por su capacidad para encontrar un punto de equilibrio en los escenarios conflictivos, Ban se ha planteado reformar el lento sistema de la ONU, reparar la relación con Estados Unidos, impulsar la ayuda al desarrollo y ubicar en un primer plano las cuestiones humanitarias.

Ban Ki-moon era uno de los siete candidatos que aspiraban al cargo. Surcoreano, de 62 años y con una larga trayectoria política e intelectual, Ban Ki-moon fue proclamado secretario general de Naciones Unidas por los 192 países de la Asamblea General. Ostentará el cargo desde el próximo enero hasta el 31 de diciembre de 2011 convirtiéndose en el octavo secretario general de Naciones Unidas desde su fundación hace 61 años. Ban supervisará una entidad con 92.000 cascos azules repartidos por todo el mundo en misiones de paz y un presupuesto anual de 5.000 millones de dólares. Una organización con escándalos de corrupción a sus espaldas, siempre en el ojo de mira internacional y cuyas anticuadas prácticas necesitan ser reformadas para encarar los desafíos del siglo XXI. A la ceremonia de votación no podía faltar la presencia del todavía secretario general de la ONU. Kofi Annan deseó al político surcoreano toda la suerte posible en su nuevo trabajo. También felicitó a los estados miembros por la “prontitud y la manera ordenada” en que se ha llevado a cabo el proceso de nombramiento pues “asegura una transición sin tropiezos”. Annan aconseja a Ban que “aproveche al máximo los incomparables recursos que dispone entre el personal de la ONU” y recordó las palabras del primer secretario general, el noruego Trygve Lie, quien al dar la bienvenida a su sucesor dijo que “está asumiendo el trabajo más imposible del mundo”. La presidenta de la Asamblea General, Haya Rashed Al Khalifa, asegura que se alegra de que el nuevo secretario general proceda de Corea del Sur, “un país que ha conseguido una democracia estable y una economía vibrante”.

Fotografía de Berta Pardal