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SEQUÍA

Los embalses españoles cada vez más secos

Por Maite NúñezTiempo de lectura1 min
Sociedad02-09-2006

"Nunca se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo", decía un proverbio inglés. Y es que la sequía que sufre España ha dejado los embalses muy por debajo de su capacidad, lo que ha hecho saltar todas las alarmas ante la llegada de un otoño en el que tampoco se esperan demasiadas lluvias.

Los habitantes de varias comunidades autónomas sufren restricciones de agua mientras el consumo agrario de agua no para de crecer. La consecuencia: hay un mayor gasto de agua, pero a pesar de las mejoras, no se produce un ahorro de los recursos hídricos. Los embalses españoles están al 41,6 por ciento de su capacidad. Se trata de un punto menos que hace tan sólo un año. Esto se debe, según los expertos, a que las lluvias durante los primeros meses de este año han sido prácticamente inexistentes en toda la Península, ya que se han registrado 1,5 litros de agua de media, lo que supone 4,3 menos que la media histórica entre 1930 y 1996. Asimismo, los embalses se encuentran en el nivel más bajo de los últimos diez años. Según los informes, la Cuenca del Segura es la que sostiene una de las peores situaciones debido a las inexistentes precipitaciones. En la Cuenca del Júcar la situación se torna parecida. Las reservas de agua sufren también los peores registros no sólo desde hace un año, sino desde hace una década. Por su parte, los pantanos que suministran a Cádiz están al 39 por ciento de su capacidad. Hasta el alcalde de Segovia, Pedro Aranhuetes, ha declarado que "como no llueva lo pasaremos mal" debido a los bajísimos niveles que también continúan registrándose en la zona. A pesar de la sequía, una encuesta publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) asegura que los españoles han aumentado su consumo de agua. La situación de los embalses en España está dejando un panorama desolador. Según los expertos, si no llueve antes del mes de octubre es posible que muchos puntos de España comiencen a tener restricciones, un guerra por agua en tiempos de escasez.

Fotografía de Maite Núñez