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CIENCIA

El uso más eficaz de las células madre es la regeneración de tejidos

Por Elena R. BlázquezTiempo de lectura2 min
Sociedad30-03-2006

Una fuente de células. Es el secreto que esconde la sangre del cordón umbilical. Desde su aplicación práctica para curar enfermedades de la sangre, como leucemias, hasta su uso posible en investigación y experimentación, las células madre tienen muchas posibilidades.

El uso de la medicina regenerativa, con el tiempo, podría hacer innecesarios los trasplantes. Esta afirmación, que aventuró en 2004 Rafael Matesanz, el director de la Organización Nacional de Transplantes (ONT), está un poco más cerca de ser posible. De momento, se sabe de las células madre es que a partir de ellas se generan las células de la sangre -glóbulos blancos, rojos y plaquetas-. Se pueden obtener del cordón umbilical, de la médula ósea o de la propia sangre, conocida como sangre periférica. La ventaja que tiene el cordón sobre las demás es que la sangre siempre está disponible en cualquier banco del mundo, y no hace falta localizar ni hacer nuevas pruebas al donante. Así, el tiempo de espera para encontrar un donante compatible se reduce. Ésta es otra ventaja: hay más posibilidades de compatibilidad. Las células tienen un sistema de reconocimiento, los antígenos. Son las señas de identidad que diferencia a las células que pertenecen a un organismo y las que son extrañas. En el caso del cordón umbilical, estos elementos pueden no coincidir totalmente y aún así el organismo no lo rechaza. Su principal aplicación está relacionada con el tratamiento de enfermedades de la sangre, como leucemias o linfomas. Las células madre ayudan a regenerar los tejidos sanos que, junto con los cancerígenos, se destruyen a través de las sesiones de radioterapia y quimioterapia. Pero no se acaba ahí su potencial, al contrario: se abre la puerta a la regeneración y reparación de tejidos u órganos dañados. Podrían ser una fuente renovable de células, para curar enfermedades cuyo origen fisiológico ya se ha definido: Parkinson, Alzheimer, diabetes, enfermedades cardíacas, lesiones de médula espinal, artritis reumatoide y fallo hepático. Se producen las células sanas en el laboratorio y se trasplantan después al paciente. Pero, además de su uso en el tratamiento de enfermedades, las células madre pueden ayudar a avanzar la ciencia. El estudio de las células embrionarias ayudaría a comprender los complejos procesos que tienen lugar durante el desarrollo humano. Especialmente, desentrañarían los mecanismos que mantienen a una célula indiferenciada y proliferante y aquellos que la transforman en una célula diferenciada que deja de dividirse. Otro estudio desvelaría la capacidad para controlar el desarrollo de los tumores infantiles tempranos, muchos de los cuales tienen origen embrionario. En el campo de la experimentación, estas células podrían usarse para ensayar nuevos medicamentos, y también para estudiar y descubrir posibles toxinas.

Fotografía de Elena R. Blázquez