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IRÁN

El programa nuclear de la discordia

Por Salva Martínez MásTiempo de lectura2 min
Internacional15-01-2006

Las autoridades iraníes no cejan en su empeño de convencer a la Comunidad Internacional de lo inofensivo de su programa nuclear. Éste, según anunciaron, una y otra vez, sólo tiene como objetivo la obtención de energía nuclear.

El director adjunto de la Organización Iraní de la Energía Atómica, Mohamed Saidi, explicaba que la puesta en marcha de las instalaciones de Natanz, Parsh Tarsh y Farayad Technique no debe inquietar tanto, pues gracias a ellas Irán busca el enriquecimiento de uranio “a pequeña escala”. La Organización Iraní de la Energía Atómica sabe que el enriquecimiento de uranio, es el último de los procesos para la obtención de energía nuclear. Pero también sabe que, si se hace a gran escala, enriquecer uranio es la fase que abre las puertas de la producción armas nucleares. Esta es la posibilidad que, en palabras del ministro de Exteriores británico, “preocupa profundamente” a la Comunidad Internacional. Las autoridades iraníes responden, desde siempre, a la inquietud internacional afirmando que su programa nuclear tiene fines meramente científicos y técnicos. Como hizo a finales de la semana pasada el enviado iraní a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Ali Asghar Soltaniyeh: “hemos informado a la AIEA de la naturaleza simplemente científica y técnica de nuestras actividades”. De la misma manera, el ministerio de Asuntos Exteriores iraní aseguraba que la etapa actual del programa nuclear iraní no traiciona el Tratado de No Proliferación (TNP). “Estamos haciendo investigación y desarrollo de acuerdo con la regulación de la AIEA y el TNP”, decía el Ministerio de Asuntos Exteriores través de su portavoz, Hamid Reza Asefi. Claro que las grades preocupaciones que la vuelta al trabajo en Natanz ha despertado en europeos, estadounidenses, y las no menos importantes surgidas en rusos y puede que hasta en chinos están justificadas. Desde la semana pasada, diversos grupos occidentales mantienen una competición por ver quién acierta en su previsión sobre la producción de las armas nucleares en suelo iraní. David Albright y Corey Hinderstein, del Instituto para la Ciencia y la Seguridad internacional, en Washington, aseguran en su informe sobre la cuestión iraní: “Irán podría tener su primer arma nuclear en 2009”. Por su parte, Gary Milhollin, director del Proyecto Wisconsin sobre Control de Armas Nucleares, también en Washington, es más escéptico. “¿Cuanto tiempo les llevara a los iraníes en tener armas nucleares? Realmente nadie puede saberlo”, asegura Milhollin. A título personal, Milhollin coincide con las estimaciones israelíes, Irán tendrá la bomba en cinco años.

Fotografía de Salva Martínez Más