Del mito al logos

Por Julio Martínez Romero3 min

Limpio y blanco. No empaña. Leyenda viva. El mito del mejor club del siglo XX y de aquellos años dorados no es sino una realidad. Decimotercera realidad. Fútbol épico en racional época. El maldito número 13. Desde Valhalla y Hammurabi a la hazaña blanca. La Copa de Europa que vence al maldito aquelarre. Costó años ganar dos seguidas. La tercera consecutiva ya es historia. 3-1 frente al Liverpool. Pura vida. Gareth Bale.

El galés llegó a tiempo. Para levantar la décima y para desafiar a la luz y su velocidad. Se suspendió en el aire para emular a su colega portugués y encaminar a su club a la gloria. También se valió de Karius, que debe tener ya ficha en el Castilla. Su calamitoso partido allanó el camino.

Judas se sentó en la mesa e hizo de la última cena 13 comensales. Maldito número 13. Doce bis en los aviones y mortal cifra para las noches de Sandro Rey. Paraskevidekatriafobia la llaman unos y puta mala suerte los mal hablados. Los haters que deben andar como vulpejas. Miren si no a Bale y Benzema. Tres seguidas y van 13. Cuánta gloria.

Balder, el favorito de los dioses, cayó ante Loki, el decimotercer asistente al banquete sagrado escandinavo. Y muy loquis estarían los que hace diez años pensarán en algo así. Hasta que llegó Mourinho, la Champions era el vía crucis merengue. La behetría de Chamartín puso en Cristiano sus esperanzas. Y acertaron, vaya que  si lo hicieron.

El antimadridismo hipertrófico ha degenerado, como diría Juan Belmonte, en insultante superioridad. No fue el año mejor en Liga. El Tottenham les pasó por encima. Se tildó al PSG de favorito. Al final, lo de siempre. Como no te voy a querer, si fuiste campeón de Europa ya no sé ni cómo decirlo. Dos chilenas y dos fallos de los arqueros. Cuatro goles que han amasado un nuevo éxito para Zidane.

El partido no creará escuela. Fue tedioso y se hizo largo. La lesión de Salah se antojó dádiva y la caída de Carvajal ralentizó aun más el choque. Se salió del guion la final. Huyó de alegorías el Madrid. Cuatro Copas de Europa en cinco años. De verdad que resulta complicado hacerse a la idea.

La mitad de la plantilla ya suma cuatro trofeos, Cristiano se alza pentacampeón. Amenaza con irse o con, simplemente, dar respuestas. Quizá quiera hablar de que sigue siendo el rey o quiera felicitar a Bale. La emersión del galés volvió a ser decisiva. Entró por un Isco que ni estuvo ni se le espera. O más bien se le lleva esperando mucho tiempo, mal que le pese a enterados y palmeros.

Otro que tal baila es francés y tiene más temple que un burel mejicano. Karim Benzema abrió la lata. Con ayuda, sí, pero andaba por allí para continuar callando bocas y agrandar su leyenda. Marcando época y dejando constancia de que, sin él, este Madrid de Zidane no se entendería.

En general, una plantilla exitosa que ha hecho historia. Lo que fue un mito se ha hecho logos. Lo que negó la ciencia del fútbol lo ha forjado en razón un francés y su cuadrilla de peloteros. Reivindicaciones aparte, el Real Madrid es una leyenda y el mundo del fútbol da gracias. Trece Copas de Europa. Desafiando al mal fario. Desde 1956 hasta 2018. To be continued…