El Madrid se congela en Polonia

Por Adrián Castellote2 min

El Real Madrid sufrió más de la cuenta para conseguir puntuar en Polonia frente al Legia. En un campo cerrado, frio y sin ambiente por los altercados ocurridos frente al Dortmund, el equipo de Zidane llegó a tener una ventaja de dos tantos, pero se vio atrás en el marcador a falta de 5 minutos. Finalmente Kovacic llevó la igualada al marcador de Varsovia.

Y eso que el partido empezó con el gol de Bale, el más rápido en la historia del Madrid en la Champions League. En un partido en donde el entrenador galo decidió salir con cuatro delanteros y Fabio Coentrao. La BBC más Morata, con Kroos y Kovacic como únicos centrocampistas. Y con esta nueva formación la cosa no pudo empezar mejor. Primer minuto de juego y el galés enganchó un balón botando en la frontal para mandar el cuero a la escuadra. Un partido que se volvió cómodo para el conjunto blanco y que evidenció además con una gran superioridad. Fruto de ello llegó el segundo tanto, está vez de Karim Benzema. El francés remachó una gran jugada colectiva iniciada con un pase al espacio de Kovacic que dejó solo a Bale, y éste cedió el balón a delantero galo para perforar la meta polaca. Un gol que no le vino del todo bien al Madrid. Y es que tras conseguir la renta de dos tantos, los hombres de Zidane bajaron demasiadas marchas y el Legia empezaba a visar. Primeor Moulin probó suerte desde la lejanía y su disparo rozó el palo defendido por Keylor. Y acto seguido Vadis Odjidja-Ofoe sí consiguió acertar. El delantero belga recibió en el pico del área, se hizo un hueco entre la defensa y colocó un misil en la escuadra haciendo copia del tanto de Bale. Se metía de lleno el Legia en el partido antes de ir a vestuarios.

Tras el descanso, los blancos se enfriaron y lo pagó caro. Radovic sorprendió con un disparo de puntera cerca del área y con la ayuda de Keylor el Legia empataba el marcador. Decidió Zidane cambiar la cara del equipo dando entrada a Lucas Vázquez y Marco Asensio por Coentrao. El equipo se rompía y los locales salivaban ante los espacios que dejaba el Madrid. Y en su disfrute y con una rápida contra, el Legia se colocaba por delante en el partido con un tanto de Moulin. El centrocampista enganchó el balón en la frontal del área y el balón terminó entrando tras golpear en la madera. Sin embargo, la alegría duró poco en el equipo polaco y Kovacic devolvía las tablas al marcador en dos minutos. Así finalizaría un partido loco con la sensación de escaparse para el Madrid algo que tenía agarrado. De los blancos depende para terminar o no primeros de grupo.